Las circunstancias a través de las cuales una persona puede perder la capacidad de andar sobre sus dos piernas son muy variadas, pero en general, la medicina moderna se encuentra muy limitada a la hora de revertir esa situación. La tecnología ha cambiado drásticamente al desarrollo de las sillas de ruedas, pero el objetivo aquí es abandonarla por completo. Lo que en un principio fue tecnología de aplicación militar, ahora llega en la forma de un exoesqueleto de uso civil, con el enorme potencial de permitir a cualquier parapléjico ponerse de pie y andar, literalmente.
Existen aquellos que consideran como “ventajoso” el hecho de que haya sillas de ruedas con controles electrónicos y baterías que brindan desplazamiento durante varias horas… pero en realidad eso no tiene nada de ventajoso. A pesar de estas mejoras técnicas, en lo personal considero a la silla de ruedas como un simple dispositivo, mientras que la ciencia y la tecnología deben seguir buscando y desarrollando métodos para que aquellas personas dependientes de una silla de ruedas puedan ponerse de pie y desplazarse por sus propios medios. Los caminos de la medicina son complejos, muy difíciles de recorrer, y lamentablemente no son útiles en todos los casos. Pero si hablamos de robótica, e invocamos la palabra “exoesqueleto”, entonces estamos ante algo completamente diferente, con tiempos de desarrollo distintos, y un potencial gigantesco.
Ya han pasado varios ejemplos de exoesqueletos para personas parapléjicas aquí en NeoTeo, como el eLEGS y el ReWalk, pero en esta ocasión, la gente de Ekso Bionics está desarrollando un exoesqueleto derivado de un diseño militar, cuyos conceptos originales nacieron en la Unversidad de California Berkeley. En un entorno militar, el uso de un exoesqueleto permite desplazar mayor carga en un menor tiempo, mientras que los soldados pueden llevar más equipo sin sentir fatiga adicional, pero en este caso, el objetivo del exoesqueleto es poner de pie a una persona, y permitirle caminar por el mayor tiempo posible. El desarrollo de Ekso cuenta con cuatro motores, quince sensores y dos baterías de larga duración, junto a un ordenador que se lleva en la espalda.
De momento, el usuario necesita muletas para contar con el balance necesario, pero se espera que en versiones futuras se pueda prescindir también de ellas. El CEO de Ekso Bionics Eythor Bender explica en el vídeo las importantes diferencias tanto de diseño como de aplicación entre la versión militar y la versión civil del exoesqueleto. La versión militar es más robusta, más resistente, utiliza un sistema hidráulico y busca “mejorar” las habilidades del usuario, pero en la versión civil, la idea es “reemplazar” a una habilidad ausente, al mismo tiempo que debe ser más liviana y más sencilla tanto de operar como de mantener. El costo de este exoesqueleto es actualmente un problema (700 mil dólares), por lo que en un comienzo estará disponible en centros de rehabilitación, sin embargo, está dentro de los planes de Ekso una versións más económica para ser utilizada en los hogares. Esperamos que lleguen a eso lo antes posible.