¡Milagro! La envidia de todo charlatán de feria, o evangelista de televisión. ¡La ciencia hace milagros! ¡Aleluya!Jennifer French está paralizada desde que un accidente de snowboarding la causó una herida en su médula espinal. Desde hace años que no siente nada de la cintura para abajo. Pero hoy, y gracias a un invento de Hunter Peckham y de sus colegas de la Universidad de Case Western Reserve, puede caminar.
El estimulador sigue una lógica que asombra por lo simple. La comunicación entre el cerebro y las piernas de Jennifer, en este caso, han perdido el enlace para comunicarse. Lo que hace este estimulador nervioso es replicar la señal que el cerebro enviaría a las piernas para que se paren. Y, sí, lo milagroso sucede: Jennifer pudo pararse.
“Hay una curva de aprendizaje”, explicó Jennifer. “Porque cuando aprietas el botón (que envia el impulso), hay un retraso de tres segundos, te paras y hay otro retraso, así que hay que tomarle el tiempo. Y eso es lo que hay que aprender.”
Un verdadero milagro. Gracias a este invento, Jennifer pudo cumplir el sueño de toda mujer. Casarse y caminar hasta el altar.