A la hora de estudiar videojuegos desde una perspectiva de negocios, pocas personas son tan controvertidas como Michael Pachter, y sus últimas declaraciones no hacen otra cosa más que arrojar un leño extra al fuego. De acuerdo con el analista, Sony perderá su dominio sobre el mercado de consolas, y la gran mayoría del software destinado a ellas se desplazará hacia ordenadores y dispositivos móviles entre 2019 y 2020.
El mundo de los videojuegos ha demostrado ser bastante impredecible, pero eso no evita que ciertas personas traten de descifrar su caos, y una de ellas es Michael Pachter. Hablamos del mismo Michael Pachter que criticó a Mark Zuckerberg por usar capucha durante el IPO de Facebook, quien sugirió en 2005 vender acciones de Netflix para comprar Blockbuster, y que criticó a los fans de la saga Mass Effect por quejarse en exceso del final de la tercera entrega. ¿Qué arrojó ahora sobre la mesa? Nada menos que el fin de las consolas.
Básicamente, lo que sugiere es la pérdida del dominio en el mercado por parte de Sony, asociado a un desplazamiento gradual del software para consolas hacia dispositivos móviles y ordenadores (el ejemplo que dio fue Call of Duty, pero esa saga ya se puede jugar en PC). Los únicos usuarios interesados en adquirir consolas serán aquellos que busquen los títulos exclusivos de cada plataforma, mientras que el resto podrá ser descargado en ordenadores y jugado en un televisor. Esto sucederá en 2019 o 2020, y dentro de una década el proceso se repetirá, con la diferencia de que los juegos serán descargados en los smartphones. Desde su punto de vista, Sony deberá lograr que su consola «haga mucho más» que reproducir juegos, y mencionó cosas como PlayStation Now y PlayStation Vue. Su predicción es que cada nueva generación de consolas será «la mitad de grande» que la anterior.
Tal vez a lo que está apuntando Pachter es a una redefinición del concepto de consola, algo que estamos viendo muy de cerca con el caso de la Nintendo Switch. Más allá de ciertos detalles técnicos y un line-up limitado, la Switch no para de romper récords, y el gigante nipón confirmó que duplicará su producción. El problema es que Pachter se contradice, porque previamente dijo que la próxima generación de consolas llegará efectivamente en 2020. Si bien debemos conceder que la última generación está compuesta por ordenadores disfrazados tras la adopción de x86, darle 36 meses de vida a ese mercado suena un poco exagerado. Ya veremos si tiene razón.