El círculo está completo en Canonical. Después de seis años y diez meses, Ubuntu abandonará la interfaz Unity para regresar a las filas de GNOME. La decisión fue anunciada por el fundador de la compañía Mark Shuttleworth, y se espera que el proceso de transición concluya con el lanzamiento de Ubuntu 18.04 LTS en 2018. El retiro de Unity también marca el final del recorrido para el servidor gráfico Mir, y todos los planes de «convergencia» en dispositivos móviles.
La llegada de la interfaz Unity a Ubuntu fue sin lugar a dudas uno de los momentos más complejos para el sistema operativo. La comunidad fue contundente, y una buena parte de los usuarios llevaron su relación con las distros Linux a otra parte, adoptando soluciones al nivel de Linux Mint, o variantes del propio Ubuntu (Ubuntu GNOME, Ubuntu MATE, Lubuntu, etc.). A pesar de las críticas y los constantes roces durante su desarrollo, todo parecía estar listo para que la versión 8 de Unity finalmente tomara su lugar en el escritorio, pero a través de un mensaje oficial, el fundador de Ubuntu y Canonical Mark Shuttleworth confirmó su cancelación. Al mismo tiempo, todo el trabajo en materia de «convergencia» sobre dispositivos móviles y su servidor gráfico Mir quedará archivado.
Básicamente, Shuttleworth admitió que la decisión es una respuesta a los desafíos comerciales que enfrenta la compañía. Ubuntu se mantiene firme en los escritorios y está experimentando un saludable crecimiento en las áreas de servidores, virtualización, servicios en la nube e Internet de las Cosas. Por otro lado, la presencia de Ubuntu en dispositivos móviles jamás ganó la tracción esperada, y Shuttleworth reconoció que Unity 8 no estaba siendo visto por la comunidad como algo innovador, sino que contribuía a la fragmentación. Canonical se tomará un año para organizar su regreso a GNOME 3, y concluirá con el lanzamiento de Ubuntu 18.04 LTS en abril de 2018.
Por lo que he visto hasta ahora, este «regreso a las raíces» fue bien recibido. El sentimiento general era que Canonical duplicaba esfuerzos sin necesidad, y que siempre demostró una mayor fortaleza optimizando a los proyectos open source ya disponibles. Obviamente, el usuario nunca perdió su capacidad de elegir interfaz en distros Linux (y jamás la perderá), pero hay veces en las que menos es más, y Canonical cree que ha llegado el momento de adoptar esa visión.