Y cuando decimos “completamente”, es literal. Ubi no es un ordenador convencional. Se conecta directamente a la tensión principal como si fuera una especie de cargador, pero a través de su reconocimiento de voz, Ubi puede brindar al usuario diferentes tipos de información proveniente de la Web. Al mismo tiempo, sus sensores integrados brindan datos relacionados con la temperatura, la humedad y la luminosidad de una habitación, sin mencionar otros roles como son alarma, medidor de contaminación acústica, monitor para bebés y sistema de parlantes.
La domótica continúa siendo un privilegio para pocos. He visto algunos desarrollos sorprendentes basados en el hardware Arduino, pero la automatización completa de un hogar como la imaginamos sigue siendo dominio de Tony Stark y los Supersónicos. Interfaces, protocolos, configuraciones… la incompatibilidad está en cada rincón, al igual que los altos costos de implementación y mantenimiento. Sin embargo, hay que comenzar por alguna parte. Tal vez un dispositivo sencillo, que tal vez no brinde el concepto de domótica al cien por ciento, pero que se pueda instalar sin mayores complicaciones, que utilice software y accesorios relativamente populares para ser configurado, y que no dependa de interfaces físicas. En este último punto, nuestra voz es la candidata ideal para controlar un sistema así. Y la mejor parte es que ese dispositivo ya existe.
El nombre es Ubi, y ha sido desarrollado a partir de una plataforma ARM Cortex A8 de 800 Mhz. Utiliza Android 4.1 como sistema operativo, cuenta con 1 GB de RAM, conexión WiFi n, USB 2.0, parlantes, micrófono, Bluetooth 4.0, sensores de temperatura, presión de aire, luz ambiental y humedad, módulo RF, y un conector de energía que le permite obtener energía directamente del zócalo. Una vez que el Ubi se conecta a la red WiFi local, el usuario puede solicitarle diferentes datos con sólo utilizar su voz, en una forma que nos recuerda parcialmente a Siri. Sin embargo, los sensores integrados y las funciones adicionales disponibles (desde reproducción de audio hasta monitor para bebés) hacen del Ubi un dispositivo mucho más completo que un smartphone o una tablet.
Ubi fue presentado en Kickstarter, y alcanzó su modesta meta de 36 mil dólares en apenas tres días. A decir verdad, ya ha duplicado el valor original, por lo que cualquier interesado invertirá su dinero para obtener acceso a un Ubi más que para apoyar el proyecto. El monto que colocará un Ubi en tus manos es de 189 dólares (la opción de 149 ya se agotó). Colocar un Ubi en cada habitación puede convertirse en algo costoso, pero si lo único que demanda es un zócalo de tensión y una conexión WiFi, debería generar beneficios para el usuario en el largo plazo. Como si eso fuera poco, Ubi es un dispositivo abierto, lo que en otras palabras significa que cualquier desarrollador podrá crear aplicaciones dedicadas y expandir la capacidad original del dispositivo.
Lo que seria genial es ponerel un nombre personalizado! digo el nopmbre que utilizas para llamarlo.. por ejemplo jarvis como en ironman.. nose creo que seria algo divertido 😛