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Turking: Ganando centavos con los trabajos de Amazon

Un «Me Gusta» en Facebook. Llenar un cuestionario. Describir una foto. Traducir la etiqueta de un alimento. ¿Cuánto pagarías a una persona para que haga esas cosas por ti? ¿Cinco centavos? ¿Diez? Son tareas pequeñas, casi insignificantes, pero que están completamente fuera del alcance de un ordenador. Ahí es cuando aparece Mechanical Turk, un servicio de crowdsourcing mantenido por Amazon que reúne a medio millón de usuarios, quienes convirtieron al «Turking» en una forma de vida.

Hogar de «los trabajadores más abusados del mundo», «taller de costura digital», «cuna de esclavitud moderna» y otros terribles calificativos han sido utilizados para describir a Mechanical Turk, una plataforma de microtrabajos que Amazon liberó al público en el año 2005. Los primeros pasos de Mechanical Turk (cuyo nombre está inspirado en el famoso Turco, falso autómata jugador de ajedrez) fueron como herramienta interna de Amazon que detectaba duplicados en las descripciones de sus páginas, pero no debería pasar mucho tiempo para que se transformara en lo que es hoy. Básicamente, funciona así: Alguien publica un trabajo en el sitio, e indica cuánto paga. El «empleado» acepta el trabajo, lo entrega, y el solicitante decide si lo aprueba o no. Si todo va bien, el empleado recibe el pago, de lo contrario, el solicitante no paga ni un centavo, y además se queda con el trabajo hecho.

 

Visto desde ese ángulo, todos las críticas sobre Mechanical Turk parecen justificadas. La regulación de este mercado es prácticamente nula, lo que da lugar al abuso antes mencionado. ¿Por qué la gente lo usa entonces? La respuesta es sencilla: Cada persona es un universo, y las circunstancias que la llevan a Mechanical Turk son muy diferentes. Recientemente, The New Yorker publicó un corto de cuatro minutos llamado Turking for a Living. Los Turkers accedieron a ser parte del vídeo con una paga de por medio, apenas unos pocos centavos. Así descubrimos a jóvenes saludables y con estudios que lo ven como un simple pasatiempo, a mayores de 50 años desempleados que no pueden volver al ruedo, personas con condiciones médicas encerradas en sus hogares, ex convictos que no logran obtener un trabajo alternativo por sus antecedentes, y madres solteras viviendo de cupones o subsidios gubernamentales.

El salario de cada Turker varía mucho. Algunos apuntan muy alto, buscando unos 20 dólares diarios, lo que equivale a mucho más que una participación full time. El promedio en estos días parece estar flotando cerca de uno o dos dólares por hora, y como era de esperarse, quienes ofrecen trabajo en el sitio deben pagar el 10 por ciento a Amazon como comisión. El punto es que hay cientos de miles de personas para las que Mechanical Turk es su única opción. Con el paso del tiempo han surgido otros portales que aplican mecanismos similares: Trabajos sencillos, de paga muy baja, y con una feroz competencia entre los trabajadores. ¿Cambiarán las cosas para mejor? Sólo el tiempo lo dirá, por más que la necesidad siga teniendo cara de hereje.

Escrito por Lisandro Pardo

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