A los asiáticos del sur siempre se les están cayendo ideas interesantes. Ahora un empresario tailandés de transportes ecológicos ha conseguido idear un Tuk Tuk más amistoso de lo que ya nos sugería con su aspecto divertido, agregándole paneles solares para movilizarse y cargar con menos exigencias al ambiente. Si pensabas comprarte un auto 0 KM para el año que entra, ¿y si vas por un pequeño Tuk Tuk a energía solar y ayudas un pellizquito al planeta?
¿Cuántos de los lectores de NeoTeo tienen la fortuna de hacerse unas vacaciones por Asia de tanto en tanto? Yo no soy de las que puede, así que sólo me quedará ver estos nuevos Tuk Tuks -transportes icónicos de las grandes ciudades en muchos países surasiáticos- en fotografías.
Para los que no tienen idea de lo que estoy hablando, estos vehículos de nombre chistoso son una especie de triciclos aggiornados que llevan motor, espacio para varios pasajeros, y que a primera vista pueden tomarse por un automóvil como todos, aunque pintoresco. Resulta que en Asia, donde más se lucen estos transportes, hace tiempo se está buscando una forma de hacer que los Tuk Tuk sean más ecológicos. En Tailandia –con más de 8000 Tuk Tuks yendo a diario por la capital, Bangkok- parecen haberlo logrado en buena medida, pues el especialista en transportes movilizados con energías verdes Morakot Charnsomruad, finalmente ha presentado el resultado de un minucioso trabajo en la mejora de estos típicos triclomotores: Tuk Tuks que funcionan con la energía acumulada por paneles solares colocados sobre el techo del vehículo.
Charnsomruad ya había trabajado en el desarrollo de Tuk Tuks eléctricos mediante su compañía Clean Fuel Energy Enterprise, pero esta nueva innovación con paneles solares reduce muchísimo las emisiones de carbono y agrega una cantidad nada despreciable de 60 kms a su carrera. Aún tiene algunas desventajas pesadas, como su alto costo (sobre todo tener en cuenta la localización geográfica del negocio) y el inconveniente de que todavía depende irrenunciablemente de la carga de gas para, por lo menos, comenzar a moverse. De todas maneras, en ciudades tan colapsadas de gente y de contaminación como las grandes urbes de Asia, cualquier aporte a la limpieza del ambiente es un gran avance que puede desembocar en cosas grandes. Cuánto más sería si –como el mismo Charnsomruad reclama- estas propuestas recibieran el apoyo correspondiente desde sus gobiernos. Buenos deseos entonces para la iniciativa de paneles solares, ¡si en el sitio de Clean Fuel Energy hasta venden un Tuk Tuk rosado!, un encanto de triciclo.