A esta hora da comienzo la primera competición oficial de la historia donde se enfrentarán en exclusiva motos que no emiten CO2 a la atmósfera. Se celebra en la mítica Isla de Man, cuna del motociclismo mundial. Se espera que se convierta en el futuro de las competiciones deportivas para motos no contaminantes. La bandera a cuadros acaba de bajar. ¡Que gane el mejor!
Precisamente fue en la legendaria Isla de Man donde se celebraron las primeras carreras de motos con propulsores de explosión. Aquellas lejanas competiciones dieron lugar a lo que hoy conocemos como grandes premios (GP), consolidándose como uno de los mayores espectáculos del mundo. Grandes pilotos se han forjado en aquel mítico trazado urbano de 60 kilómetros de longitud y más de 300 curvas. Para nuestra memoria quedarán los espectaculares saltos que protagonizaban las motos al pasar por una enorme cuesta que conforma uno de los puntos estratégicos donde se suelen tomar las fotografías. Aquella competición fue llamada TT (Tourist Trophy) y aunque quedó relegada por los circuitos de nueva construcción que disponían de las medidas de seguridad necesarias, aún permanece el espíritu salvaje de las carreras de aquellos tiempos y se celebra una vez al año para no perder el sabor de lo auténtico.
La Isla de Man se renueva y pretende ser la cuna del futuro motociclismo, donde los motores de gasolina tienen vetada su entrada y sólo podrás escuchar el deslizar elegante de las máquinas eléctricas que prometen grandes sensaciones en la competición. Se habla de velocidades cercanas a los 240 kms/h y potencias no demasiado lejanas a las motos de competición tradicionales. Los motores están formados por enormes baterías pero el resto de la moto coincide con lo habitual en cuanto a chasis, carenado, suspensiones y frenos. Disfrutemos con los viejos tiempos en este video de los mejores momentos.
Entre los 24 inscritos a la carrera, se encuentra un compatriota nuestro, el almeriense Antonio Maeso, primer español que participará en esta carrera tan peculiar. Para hacerse una idea del nivel que se maneja en la Isla de Man, debéis saber que los tiempos mínimos para poder correr se sitúan en una media de unos 190 kms/h. Pensad bien qué significa semejante cifra en un circuito que en realidad es una carretera de uso habitual para los habitantes de la isla. No hay protecciones, no hay escapatorias ni médicos en cada curva esperando por si tienes algún percance. La enorme cantidad de curvas que posee este trazado hacen casi imposible aprendérselo de memoria, como hacen los pilotos en los circuitos tradicionales. Los espectadores se encuentran a pie de pista, disfrutando de las carreras tan encima de los pilotos que a veces puede llegar a ser peligroso. Pero este es el espíritu TT. Motociclismo en estado puro. La Isla de Man se nos antoja el sitio perfecto para comenzar una nueva singladura con las motocicletas de emisión cero.
Probablemente este momento será recordado en los libros de historia como el comienzo de una nueva era. Los Valentinos Rossi del futuro recordaran esta época de gases y de ruido con cariño pero sin echarla de menos. Ahora mismo las motos eléctricas no pueden competir contra las de combustión, pero recordad que hace muchos años, sucedía lo mismo con los vehículos de gasolina y mirad por donde van ya. Cuando pasen 50 años, algún lector curioso y aficionado a las motos, rebuscará en los infalibles “googles” de entonces y encontrará este artículo polvoriento y abandonado. Aquí estuvo Neoteo, en la primera carrera de motos no contaminantes de la historia. ¡V´s!