Simone Giertz no necesita ninguna clase de presentación a estas alturas. Conquistó YouTube con sus extraños robots que fallan de forma espectacular, transformó a su coche eléctrico en un ratón de ordenador, y dio una charla TED que vale la pena ver de principio a fin. ¿Qué se le ocurrió ahora? En realidad, son dos problemas: Quiere una camioneta eléctrica, y Tesla va a tardar mucho en lanzar una al mercado. ¿La solución? Comprar un Tesla Model 3 y cortar su estructura hasta convertirlo en una camioneta, «TRUCKLA».
Cada vez que se nos ocurre pensar que lo hemos visto todo en materia de coches, aparece algo completamente extraño, extravagante, y no tan práctico que digamos. ¿Ejemplos? Muy bien, a principios de febrero hablamos del Limo-Jet, un avión privado transformado en limusina. El Ford Beatnik parece el coche de un superhéroe, y se ve genial desde todos los ángulos. Y si viajamos al pasado, el Ghost Car sólo fue creado para demostrar las virtudes del plexiglás.
Sin embargo, hay muchos entusiastas allá afuera que modifican a sus vehículos pensando en parámetros de rendimiento y utilidad general. Eso nos lleva de regreso a Simone Giertz, «La Reina de los Robots de Mie**a». Luego de unir fuerzas con Kari Byron para detonar cerebros falsos y crear tijeras gigantes, Simone llegó a la conclusión de que necesita una camioneta eléctrica. El inconveniente es que Tesla no tiene planes inmediatos para lanzar una. Esto es lo que sucedió:
Si no puedes ver el vídeo de media hora en este instante, vamos con un resumen: Simone llamó a varios amigos y youtubers, entre los que se destacan Laura Kampf (formidable DIYer que deberías seguir), y Rich de Rich Rebuilds, el mecánico rebelde que revive coches Tesla destruidos. La base para este proyecto fue un Tesla Model 3, que después de varios problemas en su fase de producción, superó las 200.000 unidades y se convirtió en el coche eléctrico más vendido de los Estados Unidos.
Simone recibió un Model 3 nuevo sin dificultades, y el equipo empezó a trabajar. Pesaron el coche, quitaron el interior, y como era de esperarse, el sistema integrado de monitoreo en el Model 3 arrojó múltiples advertencias (Laura lo acusó de ser «un soplón»). El cristal es especialmente difícil de retirar, incluso con una pistola de calor y un cable para cortar el pegamento.
Apenas terminaron el primer corte, descubrieron que las exigencias estructurales del Model 3 iban a ser mayores a las esperadas. A partir de allí, el objetivo fue reforzar toda la estructura, e impedir que el coche «se doble como un taco». ¿Quieres ver el resultado final? Bien, porque Simone filmó un comercial para su TRUCKLA:
Lo admito, cuando empieza a girar el cable de carga del Model 3 como un lazo, estaba doblado de la risa. Supongo que algunos puristas de Tesla no sienten mucha felicidad por la modificación, pero después de dos millones de reproducciones y un #2 en el trending de YouTube, el TRUCKLA de Simone Giertz es un éxito. Aún quedan detalles estéticos por resolver, y espero que los comparta.