Puede que te caiga bien, o que lo estés usando en contra de tu voluntad, pero más allá de todas las declaraciones, críticas, defectos y virtudes, Windows Vista sigue siendo un sistema operativo, y puedes modificar su configuración. Si tu instalación de Vista te parece muy lenta, te presentamos un par de cosas que puedes hacer antes de que debas recurrir a los golpes.
Para algunos parecerá algo sacado de la Dimensión Desconocida, pero la verdad es que, dejando de lado el maremoto mediático que recibió este sistema operativo, hay mucha gente que se siente cómoda con Windows Vista. Aún así, pocos pueden discutir que, en comparación con los Windows anteriores, Vista es más lento. Por supuesto, esto se ha repetido en muchas ocasiones. Windows 95 era más lento que el 3.11, el 98 más lento que el 95, y así con cada Windows que fue apareciendo, a la hora de reemplazar a una versión anterior. El precio principal a pagar en la evolución de los sistemas operativos siempre fue el rendimiento, y no sólo ocurre en las plataformas Windows. Estamos seguros que, quienes usan algún distro de Linux desde hace varios años, se deben haber encontrado con cosas en los nuevos distros que hacen al sistema operativo más lento que las versiones anteriores. Hasta los poseedores de una Mac han tenido una cosa o dos para decir sobre Leopard, a la hora de compararlo con Tiger.
Entonces, ¿hay que aceptarlo y seguir adelante? Para nada. Microsoft ha repetido muchos errores en Vista que ya estaban presentes en XP. Uno de los más graves a nuestro criterio es el no poder personalizar el sistema operativo a la hora de la instalación. El que Microsoft decidiera arbitrariamente que una instalación de varios gigabytes (hasta 15 GB en la versión Ultimate) es buena para cualquier ordenador, roza lo trágico. Hasta la salida de Windows Millenium, el usuario podía escoger qué componentes del sistema operativo quería instalar. Existe una remota posibilidad de hacer lo mismo en XP y en Vista, pero demanda un amplio conocimiento sobre las llamadas instalaciones desatendidas, que no todos poseen. La política de instalación completa o nada no ha dado ningún resultado, y es en gran parte responsable de las críticas negativas que ha recibido Windows Vista. Esperamos que la salida de Windows 7 sepa corregir este error.
Por el momento, lo único que nos queda es ajustar el chasis de Windows Vista, y en algunos casos, ser un poco radicales al respecto. Hoy vamos a indicarte tres de los puntos que se consideran un problema de rendimiento en el sistema operativo, y qué debes hacer para solucionarlos. En algún punto, puede que debas estar dispuesto/a a hacer un sacrificio, pero tú tienes la última palabra a la hora de aplicar estos cambios. Dicho eso, comencemos.
Aero debe morir: Nuevos iconos, transparencias, cursores animados, barra de inicio brillante y atractiva, Flip 3D… quien haya creído que un ordenador promedio no sufriría una pérdida de rendimiento ante la presencia de todos esos efectos, estuvo equivocado. Para muchos, Aero es el responsable número uno del bajo rendimiento de Windows Vista. Puede que, si tu hardware no está a la altura, no lo tengas del todo activado, pero aún así puedes ajustar mucho la apariencia de Vista para ganar un poco de velocidad.
Primero, debes ir a al Panel de Control, luego a Apariencia y Personalización, y luego a Cambiar la combinación de colores. Allí, debes escoger de la lista la opción Windows Clásico. Al aplicar, Windows volverá a tener la apariencia que tenía en Windows 2000. Ahora, debes ir a Sistema y Mantenimiento, y hacer clic en Sistema. Allí, haz clic en Configuración dentro de la sección Rendimiento, y escoge la opción Ajustar para obtener el mejor rendimiento. Las únicas dos opciones que te recomendamos, y que no tendrán un impacto severo en tu sistema, son Suavizar bordes para las fuentes de pantalla y Usar sombras en las etiquetas de iconos en el Escritorio. Aplica los cambios para completar esta parte.
Como cierre, debes deshabilitar dos servicios. Aero requiere un par de servicios activados por defecto en el sistema operativo, y ahora que has quitado Aero, puedes darte el lujo de desactivarlos. Si no recuerdas cómo hacerlo, puedes repasar la guía que tenemos disponible al respecto. Los dos servicios a desactivar son Administrador de sesión del Administrador de ventanas de escritorio, y Temas. El primero está estrechamente relacionado con Aero, mientras que el otro se encarga de la apariencia general de Windows Vista. Con esos dos servicios fuera del camino, todo agregado gráfico que pueda perjudicar el rendimiento de tu ordenador, ha quedado deshabilitado. Es verdad, la barra gris y las ventanas clásicas son muy poco atractivas a la vista, pero si estás buscando rendimiento, de esta manera lo obtendrás.
En la página siguiente, cómo lidiar con el Sidebar.
Hemos visto verdaderos horrores por culpa del Windows Sidebar. La cantidad de gadgets disponibles es increíble, pero cuando uno ve lo terriblemente mal que muchos de ellos están hechos, sin ninguna clase de optimización, y que además el usuario se inclina a instalarlos sin ninguna clase de limitaciones, no es nada raro encontrarse al proceso del Windows Sidebar llevándose más de 150 MB de memoria RAM (y estamos siendo generosos).
Primero, desinstala todos los Gadgets. Haz clic en el signo + en la parte superior del Sidebar, y se abrirá la Galería de Gadgets. Uno por uno, haz clic sobre los Gadgets con el botón secundario, y escoge Desinstalar. Eso los removerá del sistema operativo. Luego, haz clic con el botón secundario en el icono que está en la bandeja de sistema, y elige Salir para cerrar el Sidebar. Si te pregunta si deseas que el Sidebar se inicie con el sistema, especifica que no. Ahora, ve al Panel de Control. Si lo colocas en Vista Clásica, veras el icono Propiedades de Windows Sidebar. Entra allí, y asegúrate de que las dos casillas visibles no tengan una tilde.
Eso removerá todo rastro de los Gadgets, y desactivará el Sidebar. No vamos a negar que, bien implementado, el Sidebar podría tener alguna utilidad, pero el saber que hay ordenadores con Windows Vista teniendo 1 GB o sólo 512 MB de RAM, convierte al Sidebar en un desperdicio de recursos.
En la última página, cómo desactivar el sistema de índice.
El sistema de búsqueda incorporado en Windows Vista es una función que muchos usuarios han recibido con los brazos abiertos, ya sea porque no pueden encontrar determinada función del sistema operativo, o porque se olvidaron en dónde guardaron esa planilla de Excel que se les perdió. Pero lo que no saben es que esa pequeña barra de búsqueda disponible en cada ventana depende de un sistema de índices que puede poner de rodillas al más rápido de los sistemas. Al deshabilitar el sistema de índices, tendrás como consecuencia que las búsquedas que realices sean más lentas, pero al menos no verás a tu disco duro trabajar como loco cuando se supone que no estás haciendo nada en el ordenador.
Los pasos para deshabilitar el índice son dos. Primero, debes ir a las propiedades del disco duro (o discos, si tienes más de uno), y desmarcar la casilla con la leyenda Indizar esta unidad para realizar búsquedas con mayor rapidez. Cuando apliques el cambio, te preguntará qué deseas modificar. Escoge toda la unidad, con sus carpetas y archivos incluidos. Verás que Windows comienza a aplicar la nueva configuración. Si en algún punto te advierte que no puede realizar el cambio a algún archivo, escoge Omitir Todo, así no tendrás que confirmar cada vez que Windows te haga esa pregunta.
Luego, debes deshabilitar el servicio llamado Búsqueda de Windows (Windows Search en la versión en inglés). El procedimiento para deshabilitar este servicio es el mismo que usaste anteriormente, pero si tienes dudas, puedes repasar nuestra guía.
Algunos cuestionan la práctica de deshabilitar el índice. Defienden su presencia argumentando que este sistema afecta el rendimiento del ordenador sólo en los primeros días de operación, y que luego se estabilizará. Lamentablemente, nuestras experiencias han probado lo contrario, especialmente en ordenadores en donde se modifica una gran cantidad de archivos con cada sesión. El índice debe volver a comprobar qué archivos son nuevos, y cuáles fueron borrados, lo que lo hace caer en una especie de círculo vicioso. Por supuesto, el disco duro no para de trabajar, haciendo que todo funcione más lento.
Son apenas tres, pero están entre las acciones más importantes que puede llevar a cabo cualquier usuario de Windows Vista que desee acelerarlo. Es verdad, ya no se verá tan lindo, y algunas funciones que pueden ser útiles para ti ya no estarán, pero antes de ser agradable a la vista, un sistema operativo debe ser funcional, y si debes esperarlo para toda operación que quieras hacer, que se vea bien no sirve de nada. ¡Buena suerte!