Por amor a la ciencia se hacen todo tipo de cosas y, con el objetivo de estudiar e intentar simular el arte de besar, investigadores japoneses desarrollaron dos dispositivos que, a través de una conexión a un PC, pueden imitar el movimiento instantáneamente. Esto no solo daría lugar a estudiar esta antiquísima interacción humana, sino también “simular besos a distancia” o hasta vender el beso de un artista reconocido a sus fanáticos.
Besar a otra persona es una experiencia única y, como todas esas experiencias únicas, es muy diferente dependiendo de sus intérpretes. Pero nunca falta el grupo de investigadores que trata de imitar y estudiar esta clase de experiencias y allí es donde entra la nueva investigación del Laboratorio Kajimoto, en la Universidad de Electrocomunicaciones. Allí están llevando a cabo investigaciones sobre comunicaciones táctiles y crearon un dispositivo que intenta simular el acto de besarse.
Para lograrlo, los investigadores crearon dos dispositivos, conectados entre sí y a un ordenador. Este tiene una punta que se coloca en la boca y, al girarlo con la lengua, instantáneamente imita el movimiento en el otro dispositivo. Su construcción es bastante simple, ya que lo único que usa son motores de rotación y el ordenador, transmite los valores de un lado a otro, para que ambos hagan los mismos movimientos al instante. Además, cada uno de los valores de movimiento queda guardados en el ordenador y, llegando hasta cierto punto, sus creadores explican que esta capacidad podría utilizarse para vender los patrones de beso de un artista o persona famosa, para que sus fanáticos puedan “besarlo” a distancia.
Otra de las ideas que surgieron fue la posibilidad de besarse a larga distancia, a través de una red y no sería muy difícil, ya que las velocidades de conexión actuales, no tendrían ningún problema en transmitir esos valores. Sin mencionar que también es una excelente oportunidad para estudiar el arte del beso y los diferentes aspectos que lo componen. Y este es tan solo el principio, porque tienen algunos planes para mejorar el dispositivo en el futuro.
Es por eso que están trabajando para simular las complejidades del beso, que va más allá del simple movimiento de la lengua. Según explica el líder de desarrollo, en las próximas versiones intentarán incluir otros componentes de la experiencia, como el gusto, la manera de respirar y la humedad de la lengua. Al incluir estos aspectos, sus creadores creen que puede convertirse en un “dispositivo muy poderoso”. No es algo que suene particularmente agradable, pero todo sea por el bien de la ciencia.