Con una combinación de bajo costo, amplia disponibilidad, conveniencia y compatibilidad, las tarjetas microSD han resuelto buena parte de nuestras exigencias para almacenar datos. Sin embargo, estas tarjetas también arrastran sus limitaciones. Una de las más importantes es el tamaño: No son fáciles de manipular, y cuando se pierden, básicamente saltan a otra dimensión. Abe del canal Abe’s Projects cree que hay una solución en la nostalgia, y su idea es transformar tarjetas microSD en cartuchos, restaurando esa experiencia táctil y directa que todos recordamos. El problema, fue que le tomó dos años encontrar su diseño…
Una rápida visita a Amazon confirma que una tarjeta microSD estándar de 128 gigabytes vale menos de quince euros. Si nos concentramos en parámetros de música, imágenes y/o vídeo, su capacidad de almacenamiento es impresionante, y aunque no ganan ningún premio de velocidad, longevidad o preservación a largo plazo, su rendimiento es más que adecuado.
Entonces, ¿cuál es el problema? Sencillo: Esas tarjetas no ofrecen comodidad. Son tan grandes como una huella digital, y perderlas es cuestión de un estornudo. En otras palabras, generan una mala sensación, y hay que tratarlas con extrema delicadeza. Abe del canal Abe’s Projects reconoce estas dificultades, y propone como solución una dosis de nostalgia, convirtiendo a las tarjetas microSD en cartuchos físicos, mucho más agradables al tacto.
Usando tarjetas microSD como si fueran cartuchos
Otra ventaja de las tarjetas-cartuchos es la posibilidad de incorporar arte. Pero antes de imprimir etiquetas, Abe debió llegar a su diseño final… un camino que inició en 2022. Para su primera versión se inspiró en discos floppy: Al principio probó con un PCB directo (sus bordes eran muy filosos) y con impresión 3D (el «juego» de la tarjeta provoca fracturas). La segunda versión se acerca más a un cartucho de Atari desnudo, con una cubierta protectora impresa en 3D, pero eso provocó que las etiquetas no se adhieran correctamente. Al usar acrílico logró solucionar el detalle de adhesión, sin embargo, los tornillos arruinaron el plástico.
Daños en las bahías, problemas de conexión, el «flex» natural del plástico y la propia velocidad del proyecto se transformaron en grandes obstáculos. Abe también estaba dependiendo mucho de su hermano para diseñar los PCBs, y la falta de resultados lo llevó a archivar el proyecto por un tiempo (es muy refrescante escuchar a youtubers admitiendo esto). Por suerte, Abe regresó con nuevas ideas, creando un PCB que posee contactos más grandes, y soporta chips XTSD (en esencia, tarjetas SD surface-mount). Una capa de sellador acrílico mejora la adhesión de las etiquetas, y para rematar, sus lectores se ven geniales, especialmente el que pintó de rojo.
¿Y por que no usar SD normales? se les puede pegar etiquetas pequeñitas y todo.
Básicamente quedaría como los juegos de Switch, pero sigue siendo un formato pequeño…
Ah… ya capto.