Un grupo de científicos israelíes acaba de anunciar que han tenido éxito en la tarea de convertir células provenientes de la piel de pacientes que presentan insuficiencias cardíacas en tejido del corazón completamente funcional, que podría utilizarse para tratar su dolencia. Si bien aún es necesario realizar innumerables pruebas adicionales, esta técnica representa una esperanza para el tratamiento de estas dolencias sin necesidad de recurrir a las células madre embrionarias.
Como seguramente sabes, las células madre tienen la “habilidad” de convertirse en prácticamente cualquier clase de tejido. Hemos visto como se las emplea para tratar problemas en el corazón, retina y hasta los dientes. Casi siempre que se menciona a estas células se hace referencia a las células madre embrionarias , que provienen de embriones con pocos días de gestación. Pero también existen las llamadas células madre pluripotentes inducidas (o hiPSC, por “human induced pluripotent stem cells“), que suelen provenir de la piel o la sangre y que son las que ha utilizado un equipo de científicos israelíes para producir un importante avance en el tratamiento de las insuficiencias cardíacas. En efecto, un grupo de científicos liderados por Lior Gepstein, del Instituto de Tecnología Technion-Israel, acaba de anunciar que han tenido éxito en la tarea de convertir células provenientes de la piel de pacientes que presentan insuficiencias cardíacas en tejido del corazón completamente funcional, que podría utilizarse para tratar su dolencia.
“Hemos demostrado que es posible tomar células cutáneas de un paciente adulto con insuficiencia cardíaca avanzada y convertirlas en células cardíacas que laten, saludables y jóvenes, equivalentes a las que poseía el paciente cuando era un bebé“, explica Gepstein. A pesar de lo que este trabajo representa y la esperanza que puede producir en quien se encuentra en una situación de este tipo, el propio Gepstein ha explicado que los ensayos clínicos de ésta técnica podrían comenzar recién dentro de 10 años. La importancia de este trabajo, que básicamente permite “reprogramar” las células epiteliales de los pacientes para convertirlas en “repuestos” para sus propios corazones dañados, es innegable. Un documento redactado por el equipo israelí, publicado en el European Heart Journal, explica que la técnica podría ser útil para tratar una enfermedad debilitante en la que el corazón no es capaz de bombear suficiente sangre a todo el cuerpo. Se trata de una dolencia que se ha vuelto frecuente en las últimas décadas, sobre todo en aquellos que han sobrevivido a un infarto.
Para realizar esta reprogramación el equipo de Gepstein tomó células de la piel de dos pacientes con insuficiencia cardíaca (varones de 51 y 61 años) les agregó tres genes y una molécula de algo llamado “ácido valproico” en su núcleo. Este procedimiento, mucho más complejo de lo que este pequeño resumen permite apreciar- las transformó en células madre hiPSC capaces de convertirse en células idénticas a las del músculo cardíaco (cardiomiocitos), que más tarde se transformaron en tejido muscular cardíaco. “Esperamos que las hiPSC derivadas de los cardiomiocitos no sean rechazadas en los trasplantes que efectuaremos a los mismos pacientes de los que fueron obtenidas“, declaró Gepstein, antes de repetir que aún que faltan años de trabajo para convertir este adelanto en un tratamiento real y efectivo.