Mark Rober nos enseñó la estrategia más conveniente para sobrevivir a la explosión de una granada. También creó un jacuzzi con arena que se comporta como agua. Pero hoy tiene algo especial: Al igual que muchas otras personas alrededor del mundo, Mark fue víctima del robo de un paquete en la puerta de su casa. Ante semejante frustración y la negativa de la policía para localizar al ladrón, decidió hacer «justicia por mano propia» y evitar robos futuros creando una súper trampa para ladrones de paquetes basada en una bomba de glitter, combinada con flatulencias artificiales. Los resultados son… maravillosos.
El extraordinario avance de servicios en línea como Amazon y la opción de entregas gratuitas a domicilio abrieron una nueva era de conveniencia y comodidad para el consumidor, pero eso también dio lugar a un problema clásico: El robo de paquetes. En muchos países, no hay entrega que se lleve a cabo sin firma previa, sin embargo, al otro lado del charco son un poco más relajados, dejando el paquete en la puerta, sin atención. Muy atrás quedó la época en la que los U.S. Marines recibieron órdenes de vigilar el correo y disparar a cualquiera que intentara robarlo. Hoy, lo más probable es que la policía local diga que no tiene recursos, o que los seguros se hagan cargo del problema. Algo similar le sucedió a Mark Rober, quien en su canal nos enseñó a vencer en varios juegos de feria, y a detectar la estafa en las recreativas de tickets. Esperó un paquete, el correo lo declaró como «entregado», consultó la grabación de seguridad, y confirmó el robo. Su respuesta, es pura ingeniería:
Se trata de uno de los diseños más avanzados en trampas para ladrones de paquetes que hayamos visto. Después de trabajar en el prototipo durante seis meses, Mark y un amigo crearon esta plataforma con dos modos de ataque: El primero es arrojar glitter sobre el ladrón y todo su entorno con un plato giratorio en la parte superior. El segundo dispara cinco veces cada 30 segundos la válvula de un aerosol con flatulencias artificiales, de modo tal que el ladrón termine espantado por el olor y se deshaga del paquete. Un total de cuatro smartphones se encargan de grabar toda la acción, brindar soporte GPS para localizar la trampa tras el robo, y cargar los vídeos a la nube en caso de alguien más astuto decidiera abrir el aparato y quedarse con los teléfonos.
Vale la pena destacar que Mark estaba un poco nervioso tras la primera activación, porque su canal no se dedica a las bromas pesadas, y algo siempre puede salir mal. Sin embargo, la efectividad de la trampa es asombrosa. Incluso se la prestó a una amiga (otra víctima del robo de paquetes), y las reacciones de los ladrones valen oro. Otro aspecto llamativo es que los ladrones parecen más cleptómanos que otra cosa. De un modo u otro, lo van a pensar 23 o 24 veces la próxima vez. Mark dijo que la trampa de glitter es su obra maestra. 9 millones de reproducciones después… creo que tiene razón.
Que cleptómanos ni que nada…
Escoria humana es lo que son, no roban por hambre o necesidad, lo hacen por ser unos hijos de puta simplemente, que la cleptomanía es una enfermedad? Pues si eso piensas, se cura fácilmente, se le amputa una mano y seguro que no vuelve a robar en su vida!
Lo siento, pero esas personas no merecen nada diferente, una persona trabaja muy duro en su vida para adquirir algunas cosas que desea y otro sin hacer nada las quiere gratis…
La cleptomanía es un trastorno psiquiátrico bien estudiado y definido, es un trastorno del control de los impulsos. Se diferencia con el robo común en que la persona cleptómana rara vez roba objetos de valor o dinero, generalmente toma para sí elementos que para ella tienen un fuerte valor simbólico a nivel psicológico.
Que sean o no de valor es secundario, lo importante es lo que ese objeto representa para la persona.
Por ejemplo , hay famosos con grandes cuentas de bancos que se guardan servilletas de restaurantes.
Por otro lado si a un cleptómano le cortas una mano, como tan civilizadamente comentas, va a volver a hurtar porque es algo que está fuera de su control racional. Sabe que está mal, pero no puede detener el impulso. Un ladrón sabe que está mal y lo hace a conciencia, con voluntad, con estrategia.
Un ladrón común elije los objetos de mayor valor, los revende, etc, un cleptómano no hace eso. Un ladrón común al que le cortan una mano, dificilmente vuelva a robar. Y si lo hace será con mucha violencia a modo de venganza.
Ese hombre es buena gente. Yo preferiría una pequeña bomba de clavos. Pero hay si te llega la policía.
¡Es genial! Este tipo lo recuerdo de un video que hizo en colaboración con “Captain Disillusion”.
¡Excelente nota señor Lisandro! 😉
El correo no debería dejar el paquete al alcance de cualquiera. Debería tocar timbre, y hacerte firmar que lo has recibido. Si no hay nadie en casa, dejarte una nota para que lo retires en la oficina de correo más cercana.