Las interfaces táctiles han incorporado diferentes tipos de gestos para expandir su funcionalidad, pero en esencia continúan limitadas a dos condiciones: O estás tocando la pantalla, o no. Si una persona necesitara “discriminar” entre el tipo de toque requeriría de algo muy diferente a una simple pantalla táctil, y ese algo es Touché. El sistema no sólo es capaz de identificar múltiples formas de interacción táctil, sino que incluso puede trabajar con líquidos.
Probablemente algunos de nuestros lectores estén de acuerdo con la idea de que el diseño de los smartphones y tablets está en camino de “caer” en su propia “Ley de Moore”. Han mejorado en diferentes aspectos, pero eventualmente llegarán a un límite, y dicho límite está en parte definido por la capacidad de las interfaces táctiles. Hoy pueden detectar varios dedos a la vez y reconocer una buena cantidad de gestos, pero al final, todo se reduce a operar sobre una superficie que está siendo tocada o no. La gente de Disney Research y la Universidad Carnegie Mellon consideran a esto una “operación binaria”, suficiente para los dispositivos actuales, pero muy limitada en relación con el potencial de las interfaces táctiles. No es lo mismo deslizar un dedo sobre una pantalla que presionar un botón, girar una llave, tomar el pomo de una puerta o apoyar ambas manos sobre la mesa.
Para explorar y reconocer todas esas variantes, han desarrollado a Touché, un sistema que si bien no está tan lejos de las interfaces capacitivas de smartphones y tablets, su diferencia radica en que opera a través de un amplio rango de frecuencias, reportando el voltaje de regreso en múltiples oportunidades. Esto lleva a la creación de “perfiles capacitivos” muy avanzados (reconociendo cosas como la propiedad capacitiva de la piel, o si el contacto proviene de otra parte del cuerpo, como por ejemplo un codo) que pueden ser asociados a diferentes acciones. La cantidad de datos que Touché necesita procesar es mucho más alta de la que se puede obtener de una pantalla táctil convencional, pero de acuerdo a los desarrolladores, los procesadores tienen hoy una relación costo-rendimiento más que adecuada para hacer viable al sistema.
Touché puede funcionar con apenas un sensor, pero es tan sensible que incluso puede reconocer la forma en que introducimos nuestra mano en un líquido. Cerraduras inteligentes, contraseñas basadas en gestos, reconocimiento de movimientos corporales y la posibilidad de eliminar a las interfaces tradicionales son algunas de las cosas que Touché podría lograr, siempre y cuando tenga el tiempo de desarrollo y el apoyo financiero necesario. El informe sobre Touché está siendo presentado en la conferencia CHI 2012 que finalizará el próximo jueves, pero es probable que veamos más sobre esta tecnología pronto.
