Touch the Invisibles: Interfaz táctil con respuesta física

La evolución de las interfaces táctiles ha sido notable en los últimos años, un efecto nacido a partir de la gigantesca explosión de popularidad entre los dispositivos móviles sin teclas, iniciada tras la aparición del primer iPhone. La introducción de conceptos como el multi-touch y el reconocimiento de múltiples dedos nos ha dado una capacidad de control bastante elaborada, pero para algunos ya es momento de que la pantalla entregue algo más. Todavía estamos lejos de los hologramas completamente interactivos, pero Touch the Invisibles se presenta como un primer paso, al menos interesante.

Todavía ni siquiera podemos pensar en algo cercano a los Holodecks de Star Trek. Incluso aquel famoso mensaje grabado de la princesa Leia que R2-D2 le mostró a Obi-Wan parece remoto para la tecnología actual. Pero ya llegaremos al holograma. Es cuestión de tiempo y de evolución tecnológica. Los primeros pasos pueden ser toscos, incluso risibles en algunos casos, pero siempre se comienza con algo. Es decir, un aviador moderno puede mirar con gracia el diseño de los hermanos Wright, pero si no hubiera sido por ese avión y sus intentos anteriores, la capacidad aérea de la raza humana sería muy diferente en estos días. Tanto la informática como la electrónica poseen una velocidad evolutiva muy acelerada, y ya no es extraño que algo considerado como una maravilla en estos días, sea apenas un eslabón de la cadena dentro de un par de años.

Dejando de lado las interfaces convencionales, el método de interacción entre el humano y la máquina más popular en estos días es, sin lugar a dudas, la pantalla táctil. Apenas considerado como un capricho tecnológico en su momento, la aparición del iPhone logró revelar al mundo su verdadero potencial. Hoy en día ya no es tan común encontrar un móvil sin pantalla táctil, y se están haciendo esfuerzos para llevarlas a cada vez más dispositivos. Sin embargo, un grupo de investigadores japoneses ha desarrollado Touch the Invisibles, una tecnología capaz de transmitir pequeñas vibraciones a la punta de nuestros dedos. Como era de esperarse, dichas vibraciones son generadas por un pequeño dispositivo colocado en la punta del dedo. Cada vez que se interactúa con algo de lo que sucede en la pantalla, el sensor vibra, siendo incluso capaz de emular pequeños pozos o imperfecciones en la superficie que en realidad no están allí.

Su nivel de madurez aún es bajo, pero algo como Touch the Invisibles nos permite pensar en un par de ideas interesantes. Los sensores podrían ser miniaturizados y adaptados a guantes o trajes especiales, que podrían ser utilizados en entornos virtuales especialmente preparados. Obviamente, no estamos hablando de algo tan elaborado como golpes o choques, pero sería todo un logro el estar dentro de un entorno virtual y sentir una sensación muy similar a la que nos daría una brisa. Aún falta mucho, pero en la dirección correcta, eventualmente llegaremos a los hologramas. Tanto la informática como la electrónica, lo han demostrado a rajatabla.