Lisandro Pardo
La energía hidroeléctrica no necesita ninguna clase de introducción. Sus requerimientos financieros son enormes, pero una vez terminadas las obras, la energía generada es muy barata. La gente de Toshiba planea desarrollar algo similar a un término medio con turbinas submarinas optimizadas para aprovechar la enorme cantidad de energía que existe en las corrientes marinas.
Recuerdo que en el último episodio de la primera temporada de seaQuest, una planta submarina trató (y falló) de generar energía para todo el mundo. En lo personal, no estoy seguro de que una sola planta sea capaz de hacer algo así, pero no hay dudas de que existe una enorme cantidad de energía en nuestros océanos, esperando a ser recolectada de forma adecuada. Así es como nos trasladamos hasta Japón. El consumo de electricidad en el país asiático no ha cambiado, pero con la nueva visión anti-nuclear que se instaló tras el desastre de Fukushima, los esfuerzos públicos y privados apuntan al desarrollo de fuentes alternativas.
Recientemente, la agencia japonesa NEDO (New Energy and Industrial Technology Development Organization) seleccionó a Toshiba y a la Corporación IHI para que participen en el desarrollo de nuevas tecnologías orientadas a la generación de energía a partir de corrientes marinas. En términos sencillos, el sistema de turbinas submarinas permanece anclado al lecho marino, y flota como si fuera una especie de cometa (léase barrilete o estel). El plan es presentar una demostración “real” dentro de uno o dos años, llegando a la finalización del proyecto durante el año fiscal 2017. La Corporación IHI se encargará de diseñar la turbina y el cuerpo flotante, mientras que Toshiba estará al frente de toda la parte eléctrica, comenzando con el generador y el transformador.
De más está decirlo, este proyecto se perfila como ideal para un país como Japón. Después de todo, se trata de una isla, y cualquier opción que permita extraer energía del océano es ciertamente bienvenida. El anuncio oficial de Toshiba fue sencillo, pero carga con la promesa de explotar una fuente eficiente, renovable, limpia, económica a largo plazo, y mucho más segura. Por el momento, la iniciativa no ha salido del laboratorio, y no hay ningún cálculo oficial sobre los costos de instalación y mantenimiento, sin embargo, estaremos atentos a más novedades.
