Los animales genéticamente modificados generan todo tipo de controversias. Que si es ético, que si los animales sufren, que qué sucedería si alguno se escapa del laboratorio hacia el medio ambiente, etc. Tú, como lector inteligente que eres, antes de opinar, pregúntate: Si la vida de tu madre/esposa/hijo dependiera de estas investigaciones, ¿las encontrarías moralmente reprochables?
Yo, personalmente, puedo decir -sin lugar a dudas- que mataría millones de animales, con mis manos desnudas, si la vida de una persona querida dependiera de ello. Por eso, encuentro difícil estar en contra de investigaciones que, potencialmente, podrían salvar millones y millones de vidas. No todos opinan igual, aunque todos toman aspirinas cuando les duele la cabeza (casi todos los medicamentos en existencia debieron ser probados en animales antes de ser vendidos, incluidas las aspirinas).
La hipocresía es algo común en nuestro mundo, hasta que se nos muestra la otra cara, o peor, la sufrimos en carne propia. Por eso, no te apresures al juzgar estos experimentos. El día de mañana podrían salvarte la vida, la tuya o la de tu hijo…
Patagonia I, la vaca que da insulina
Bio Sidus, un Tambo Farmacéutico argentino, tiene -desde principios de este año- la primera vaca en dar leche con insulina, sin que eso represente un peligro para la salud del animal. Junto a sus compañeras Patagonia II, III y IV, Patagonia I será capaz de producir la tan preciada sustancia que los diabéticos necesitan para vivir. Sólo 25 de estos animales podrán generar la suficiente insulina para abastecer a los 300.000 diabéticos que hay en la Argentina.
La insulina es un medicamento muy caro, solo en Argentina se gastan 50 millones de dólares para obtener el líquido que mantiene con vida al grupo diabético. Con estos animales, el costo bajaría enormemente y el abastecimiento sería continuo. A fines de este año, las vacas comenzarán a dar leche. De todas, se seleccionará la mejor para que sirva de madre de las que vendrán. Se espera la primera camada de vacas insulínicas nacidas de esta madre para mediados de 2008.
Sin dudas, un animal que da esperanzas a los millones de diabéticos en el mundo… y una pésima noticia para las farmacéuticas.
La Oveja Humana
En el campo, cuando los obreros se quedan solos y la soledad arrecia, una oveja -dicen las malas lenguas- ha servido de compañera íntima en más de una ocasión. Pero la oveja humana no es la cruza entre un pastor y uno de los lanudos animales. La primera Quimera del mundo (parte animal, parte humana) fue posible gracias a la introducción de células humanas en el peritoneo del feto de la oveja.
El responsable de este monstruo mitológico, 85% animal 15% humano, es Esmail Zanjani, profesor de la Universidad de Nevada. Y no lo hizo para que la ovejita le hablara después del sexo, sino al suponer que este método podría servir para lograr órganos que se pudiesen transplantar al humano, sin problemas de rechazos.
Los órganos que esta oveja comparte con parte de células humanas son el hígado, el corazón, los pulmones y el cerebro. De probarse cierta la teoría, resultaría la salvación para millones de personas que aguardan un transplante, pacientemente y a las puertas de la muerte.
La rana translúcida
Un equipo de investigadores de la Universidad de Biología Anfibia de Hiroshima ha creado un tipo de rana translúcida cuyos órganos internos son visibles a través de su piel. ¿Para qué? Los investigadores aseguran que estas ranas pueden ayudar al estudio de las enfermedades y al desarrollo de tratamientos médicos, permitiendo a los científicos observar el estado de los órganos internos del anfibio, sin tener que diseccionar al animal.
La rana “transparente” es el resultado de cruzar dos especies de ranas japonesas. Por defecto, la Rana Japonica, como se lo llama, tiene una mutación genética que le da una piel pálida. La cruza sistemática y selectiva entre especimenes de piel pálida, va generando ranas cada vez más traslúcidas. El resultado es el que puedes ver en la foto. Los investigadores aseguran que, si quieren, pueden hacer ranas brillantes, además de translúcidas (como los GloFish que vemos más abajo). Lo único que tendrían que hacer es agregar proteínas fluorescentes a la mezcla. Las ranas translúcidas y brillantes servirían para visualizar en tiempo real problemas en los genes.
El profesor Masayuki Sumida, líder del equipo de investigadores, dijo que “las ranas translúcidas se probarán muy útiles como animales de laboratorio porque será más simple y barato observar el desarrollo y el progreso del cáncer, el crecimiento y envejecimiento de los órganos internos y los efectos de los químicos en los órganos”. Si es por el bien de la ciencia y la humanidad, por mí que les pongan alas.
GloFish, el pez que brilla
El primer animal modificado genéticamente para ser vendido como mascota y uno de los primeros en encender la polémica. Porque modificar los genes de un animal para salvar personas, es una cosa… pero otra muy diferente es hacerlo para vender mascotas curiosas y pijas. Desde el sitio oficial se lee, con total desparpajo, como se publicita la idea hasta límites desvergonzados.
“Lleva el milagro de la ciencia a tu acuario y posee el más caliente, el más hablado, el más hermoso de los peces. Los peces fluorescentes GloFish® llevan color y diversión a cualquier acuario, en tu hogar, en tu oficina, en tu salón de clases. Nuestros peces están disponibles en tres asombrosos colores: Rojo Estrella de Fuego, Verde Eléctrico y Naranja Explosión de Sol.”
El GloFish es el resultado de introducir una proteína fluorescente de medusa en el genoma del pez cebra. Esto causa que el pez brille levemente ante la luz blanca o ultravioleta. Luego vinieron las variedades de color, el “Rojo Estrella de Fuego” -por ejemplo- es el producto de un gen de coral introducido en el genoma del pez.
En un primer momento, el desarrollo de los GloFish fue bastante noble, y era para detectar la contaminación ambiental. Pero poco después, los científicos fueron contactados por empresarios de Estados Unidos -cuándo no- para vender el producto en su país. A los científicos les gustó la idea y, al mismo tiempo, firmaron un acuerdo para comercializar los peces en Taiwan.
Desde entonces, millones de peces fueron vendidos, pero los problemas no les fueron ajenos. En algunos países, como Canadá y los que componen la Unión Europea, la venta de estos animales está terminantemente prohibida. Además, parte de la comunidad científica -la más seria, vamos- se opone fervientemente a la comercialización de estos pececitos. Sea como fuese, los que hicieron brillar a los peces ya tienen su patente (US Patent number 7,135,613) y se están llenando de oro.
ANDi, el primer mono modificado genéticamente
En octubre del año 2000 nació el primer mono modificado genéticamente. Y, cómo no, la alteración proviene de agregar un gen de medusa al óvulo fecundado. ¡Como están con las medusas! Esta modificación logra que las células brillen con una luz especial bajo el microscopio. Muy parecido a lo que se piensa hacer con la rana translúcida pero con un mono, que es un allegado muy próximo a nosotros, los humanos.
El nombre ANDi proviene de “inserted DNA”, en un juego de palabras típico de los norteamericanos. Desde entonces, se ha propuesto agregar todo tipo de genes a los óvulos de los primates, desde genes con Alzheimer, hasta genes infectados con el virus del SIDA o cáncer. En combinación, estos genes con el de la medusa, resaltarán las moléculas de las células y acelerará de forma exponencial las investigaciones sobre estas enfermedades.
“De esta manera, esperamos construir un puente en el vacío científico entre ratones transgénicos y humanos. También esperamos recoger mejores respuestas de menos animales, acelerando el descubrimiento de curas, a través de la medicina molecular”, dijo el Profesor Gerald Schatten, uno de los investigadores responsables del mono alterado genéticamente.
La polémica no se hizo esperar y, siendo los monos los más próximos a los humanos, miles de personas levantaron su voz expresando su indignado descontento. Pero, mientras algunos se horrorizan y otros se indignan, los menos afortunados albergan la esperanza de que uno de estos animalitos pueda ser su salvación. O la tuya, uno nunca sabe que te puede suceder en el futuro, ¿sabes? No escupas al cielo.