La Segunda Guerra Mundial fue el suceso de la historia más prolífico para la industria de los videojuegos. Dos bandos bien diferenciados, un villano archiconocido y cantidades indescriptibles de violencia y muerte lo transformaron en el hecho más utilizado para la creación de aventuras en el mundo digital. Con casi 200 títulos que cuentan de mil maneras diferentes como se venció al nazismo, llegó el momento de presentar una lista con los 10 mejores juegos ambientados en la WWII. La batalla entre los Aliados y el Eje aquí, en Neoteo.
10) Silent Hunter 3 (Ubisoft – 2005)
Peligro bajo el agua. La tercera entrega del simulador de combate submarino nos pone del lado de la flota alemana Kriegsmarine durante la dura Batalla del Atlántico. El juego nos asignaba una zona del océano determinada la cual debíamos patrullar atentamente con nuestra nave la cual podíamos ir mejorando con el paso del juego y la incorporación de puntos. Con casi todos los vehículos a nuestra disposición, Silent Hunter nos sumergió (nunca mejor dicho) en una experiencia no apta para claustrofóbicos, basada en lo bueno que han sido siempre las tropas germanas bajo el agua (no saben lo difícil que es pescar un pescado en Alemania). El cazador silencioso siempre al acecho, como el tiburón que, sin que te des cuenta, te hunde en las profundidades del abismo.
9) The Saboteur (Pandemic Studios – 2009)
Venganza en blanco y negro. Si bien motivos no faltaban para dedicarse a desbaratar la maquinaria Nacionalsocialista, el piloto de carreras irlandés Sean Devlin aprovecha sus deseos de vengar la muerte de sus familiares y su amigo Jules para, de paso, hacerle un bien a toda la humanidad. El malévolo coronel nazi Kurt Dierker concentra todo el odio de este ganador de Grand Prix, protagonista un juego que supo aprovechar un contexto histórico general para contar una historia particular. Con sólo unos toques de color que nos alertan la cercanía del algún peligro, The Saboteur propone una historia única, centrada en la ocupación francesa durante la WWII, y con un personaje llamativo que no se parece en nada a un típico soldado. Venganza y guerra, una combinación tan efectiva como el pan y la mantequilla.
8) Sniper Elite (Rebellion – 2005)
Donde pone el ojo, pone la bala. ¿Qué mejor manera de detener el desarrollo nuclear nazi que alojando una bala entre las cejas de tus enemigos? En 1945 faltaba muy poco para que la guerra terminase, sin embargo, el peligro de la humanidad seguía latente. Era el momento clave para que el francotirador estadounidense Karl Fairburne contuviese la respiración, apuntara bien y apretase el gatillo de la libertad. Festejando cada acierto como si fuese un gol de Messi, Sniper Elite nos dejó ser parte de la organización secreta OSS para regalarnos una serie de cinemáticas inolvidables en donde veíamos como nuestra bala surcaba el aire, lentamente, disfrutando cada metro, para impactar en los lugares más débiles y letales del cuerpo humano. Lo mejor: el anonimato de matar a larga distancia. Lo peor: ¡No me quedan más balas!
7) Brothers In Arms: Road to Hill 30 (Gearbox Software – 2005)
Una historia de vida. No, no estamos hablando del quinto álbum de Dire Straits, nos referimos a un título que nos acercó a nuestro ordenador una historia real llena de violencia y terror, con toques tácticos poco comunes en el género de los FPS. Un juego en el que somos testigos de lo que sucedió en la Operación Chicago del tercer escuadrón del tercer batallón de la compañía F “FOX” de la División 101 aerotransportada del ejército de los Estados Unidos de América. Siendo el escenario, los personajes y lo hechos recreaciones exactas de lo sucedido en este batalla, Brothers In Arms elevó el nivel de realismo a un nivel nunca antes visto. Vivir la Segunda Guerra Mundial en primera persona nos hace pensar en una sola cosa… ¿Dónde está mi mamá?
6) Company of Heroes (Relic Entertainment – 2006)
Cada movimiento puede ser el último. El género de estrategia también supo encontrar su lugar recreando episodios de la WWII. Puntos, combustibles y munición, las tres claves de un referente de la estrategia en tiempo real. No deja de llamar la atención que, a diferencia de muchos juegos de estrategia en donde dirigimos orcos, extraterrestres o ejércitos milenarios, todas estas batallas sucedieron hace muy poco tiempo, con estrategas que verdaderamente planearon el movimiento de cada una de sus tropas. ¿Cómo verían estos hombres las simulaciones actuales con las que nosotros nos divertimos tanto? ¿Hubieran deseado tenerlas en su poder durante la guerra? ¿Tendremos una herramienta única de batalla dentro de nuestro disco rígido? ¡Dios mío! ¡Si el destino de la humanidad estuviese en mis manos no sabría qué hacer ante un ataque sorpresa de los Zerg o los Protoss!
5) Battlefield 1942 (Digital Illusions CE – 2002)
¿De qué lado quieres estar? Este juego de simulación bélica nos planteó la posibilidad de elegir el bando para el que queríamos pelear. Una buena oportunidad para entender los distintos movimientos desde las fuerzas del Eje (Alemania y Japón) o los Aliados (Estados Unidos, Inglaterra y la U.R.S.S.). Criticado por sus errores históricos y lo traicionero de sus bots, pero con platos fuertes como el manejo de vehículos y la elección de cinco clases diferentes de soldados (Médicos, Ingenieros, Soldados de Asalto, Soldado Antitanques y Exploradores), Battlefield 1942 introdujo nuevas sensaciones que lo alejaron un poco del leit motiv de violencia que inunda los juegos ambientados en este período histórico. ¡Resta puntos del contador, sólo así ganaremos la guerra! Si emboco a alguno desde larga distancia… ¿Vale tres como en el básquet?
4) Commandos (Pyro Studios – 1998)
“¡Ya voy, señor!”, “¡No puedo, señor!”, “¿Está usted loco?”, son, seguramente, tres de las frases más inolvidables de la historia de los videojuegos. Cuando uno piensa en Commandos piensa en uno de esos juegos diferentes, que se salen de la raya. No es una franquicia normal, es una genialidad de estrategia en tiempo real. Evadir guardias con sigilo, eliminarlos en silencio para no levantar sospechas, camuflarnos con sus ropas para poder infiltrarnos en las líneas enemigas, todo dentro de un cóctel explosivo, con una mecánica de juego increíble y una calidad gráfica pocas veces vista. Prestar atención a los detalles era la clave. Personajes únicos con habilidades especiales y el trabajo en equipo lo transformaron en un juego sólido, delicado y divertido a la vez. Con joyas como ésta y el PC Fútbol, el Rey Juan Carlos puede dormir tranquilo.
3) Call of Duty 2 (Activision – 2005)
Todos para uno y uno para todos. La segunda parte de la saga Call of Duty afirmó el potencial de lo que esta saga prometía ser. Cubriendo los últimos años de la guerra desde las tropas americanas, soviéticas y británicas, Call of Duty 2 fue un espectáculo de realismo pocas veces visto. Cuatro campañas nos permitían ser parte de los distintos ejércitos, sin poder dar órdenes a ninguno de nuestros compañeros, pero brindándonos la sensación de absoluta inmersión dentro del grupo. Como todos los que jugamos Call of Duty sabemos, lo importante no es mantener nuestra enorme barra de energía con vida, sino entregarnos a la experiencia de la lucha en compañía, de ser ayudado por el otro, de formar parte de un grupo que solamente unido saldrá victorioso. La llamada del honor en su máxima expresión. No temas, amigo: los detractores caerán por su propio peso.
2) Wolfenstein 3D (Id Software – 1992)
Y los nazis nunca más durmieron tranquilos. Un castillo de nazis y una pistola llena de municiones fue todo lo que nuestro amigo William J. Blazkowicz necesitó para hacernos vibrar durante horas por laberintos de piedra buscando al jefe final de bigote chiquito (pensar que ese horrendo personaje existió realmente, ¿no?). Un First Person Shooter (FPS) que marcó la huella del camino para todo un género tan aclamado que, sin dudas, debe su popularidad a joyas como la de este justiciero de la WWII. “¡Hay un enemigo suelto en el bunker, Herr Fuhrer!” se escuchaba por los pasillos. A movernos con habilidad en una joya clásica que, a pesar del paso del tiempo, permanece inoxidable. Sin dudas, debe estar entre los tres mejores juegos ambientados en la Segunda Guerra Mundial. ¿No opinas lo mismo? ¡Willy, encárgate de él!
1) Medal of Honor: Allied Assault (Dreamworks Interactive – 1999)
La belleza trágica. Una vez estaba enfermo, tenía unas líneas de fiebre y mis padres me obligaron a quedarme haciendo reposo en casa. Por suerte, tenía entre mis manos una copia de MoH: Allied Assault. Prendí el ordenador, me sorprendí al ver al maestro Steven Spielberg entre los títulos y comencé a jugar. Esa noche no pude dormir. Aluciné con explosiones, disparos y gritos mientras mi frente sudaba y mi cuerpo volaba de temperatura. Al día siguiente me levanté como nuevo y volví a jugar el Desembarco de Normandía, el día “D” reproducido magistralmente en Allied Assault. Ese día tampoco pude dormir. Medal of Honor es, fue y será una de las franquicias más exquisitas que un jugador pueda disfrutar. Si bien con el paso del tiempo aparecieron otros títulos que también lograron conquistar un espacio en nuestros corazones, el primer juego de la serie es uno de las mejores piezas de simulación bélica jamás vista. Y si no lo creen, vean este video:
Y así, señores, hemos terminado de repasar los diez mejores juegos ambientados en la Segunda Guerra Mundial. Como reflexión final podríamos decir que el mundo entero hubiese deseado que estos juegos jamás existiesen, pues reflejan una época oscura de la humanidad… ¡Pero como adictos a los videojuegos que somos sólo queremos que salgan más y más títulos así de divertidos! ¿Y a tí? ¿Cuáles te parecen los mejores videojuegos ambientados en la Segunda Guerra Mundial?