El primer iPhone llegó al mercado en junio de 2007, y más allá de la opinión que se pueda tener (o no) sobre Apple, una cosa es segura: En estos nueve años, el iPhone logró transformarse lo suficiente como para abandonar su imagen de «apuesta de alto riesgo», y pasar a ser la regla sobre la que el resto del mercado se ha medido. ¿Qué tanto evolucionó el iPhone? Para comprobarlo, no hay nada mejor que colocar los quince modelos de iPhone uno al lado del otro, y ver su funcionamiento.
No nos engañemos: El producto número uno de Apple es el iPhone. A simple vista, uno llega a la conclusión de que cada salto generacional es un poco más conservador que el anterior, pero con mil millones de dispositivos vendidos en todo el mundo, nadie puede culpar a Cupertino de tomarse todo lo relacionado al iPhone con mucho cuidado. El retiro del conector de audio tradicional en el iPhone 7 y 7 Plus causó suficientes señales de alarma como para que Apple no pierda de vista la importancia de medir cada modificación con precisión y cautela. Varios sitios especializados creen que Cupertino guardó muchas cosas pensando en la próxima generación del iPhone, que simbolizará sus diez años en el mercado, sin embargo, es fácil entender las críticas que apuntan a un «diseño estancado». La forma más efectiva de comprobar si esto es verdad requiere colocar los quince modelos de iPhone sobre una mesa, y comparar sus funciones principales, además de su rendimiento.
El canal EverythingApplePro fue el encargado de realizar esta titánica tarea, y lo digo de ese modo porque ya es suficientemente complicado encontrar a un dispositivo móvil con más de nueve años de edad que siga funcionando igual que el primer día, y pueda ejecutar benchmarks. Las diferencias entre el primer iPhone y el 7 Plus son en verdad escalofriantes. Apple dijo que el 7 Plus es 120 veces más rápido que aquel iPhone de primera generación, hoy una pieza de museo. Aún así, el vetusto smartphone logró colocarse en el noveno lugar de la prueba de encendido, mientras que en el último lugar quedó el iPhone 4S con iOS 9.3.5. Esto nos recuerda la importancia de escoger la versión correcta de iOS para cada iPhone. Las nuevas versiones son más seguras, pero la pérdida de rendimiento puede convertir al dispositivo en una pesadilla.
Una crítica recurrente en otros smartphones es la temperatura que alcanzan durante su funcionamiento normal, pero el iPhone logró mantener un buen promedio a través de sus quince modelos, ubicado entre los 30 y los 40 grados Celsius. Para finalizar, el vídeo realiza una comparación sobre la calidad de la cámara en cada iPhone, y creo que aquí es en donde encontramos las diferencias más grandes. Concedido, 2 megapíxeles contra 12 no es una competencia justa, pero hay nueve años entre ambos. El tiempo pasa, aún para la tecnología.