¿Nos la pasamos todo el día actualizando nuestro estado o compartiendo frases estúpidas en la red social? Es hora de saberlo: la Internet, como la conocíamos, ya no existe. Y no parece que vaya a volver a estar entre nosotros. ¡No te pierdas la nota de hoy, de tinte amarillo y sensacionalista como solo To bit sabe hacerlo!
Antes existía algo llamado “Internet”. Era una red que, en sus inicios, formaba parte solo del ámbito universitario y luego se fue ampliando, ampliando, ampliando… La empezaron a llamar “La autopista de la información”. Más tarde aparecería el término “navegar”.
“Navegar” era un término muy adecuado, en el sentido que, en esas épocas en las que Internet existía, nos enfrentábamos sin ningún tipo de protección al inconmensurable océano de información, pleno de sorpresas, lugares desconocidos… Cual Cristóbales Colones del futuro, nos lanzábamos a los mares digitales en busca de aventuras. Éramos cibernautas.
Hasta que aparecieron las redes sociales, particularmente Facebook: la Internet domesticada. Veamos lo que dice acerca de esto el maestro bloguero Esteban Podeti:
“Facebook […] es como un Internet más chiquito. […] . Así, el facebooknauta actual no se “lanza” a nada, sino que le ponen a él cosas en su coso. Es como un Internet con Delivery. […] Ese turista con pretensiones de aventurero internacional va creando un microcosmos en el que gente que piensa muy parecido a él lo informa de cosas con las que está de acuerdo, carteles con las frases célebres más estúpidas que puedan imaginarse y las infaltables fotos de gatitos. Allí se junta con los demás a dejarse comentarios mutuamente, chistes y ráfagas de algo lejanamente emparentado con el ingenio: un retroceso tristísimo desde el océano infinito al confortable patio de recreo.”
Si nos atenemos a la información histórica en cuanto al uso de Internet, de acuerdo con Comscore, en 2011 solo el 21% del tiempo los usuarios se dedicaron a navegar en busca de información. Del resto, el 22% del tiempo la pasaron en las redes sociales.
De acuerdo a la misma fuente, de 2011 a 2013 la cantidad de tiempo que cada persona permanece activamente en las redes sociales aumentó casi en un 30%. Si hacemos una extrapolación, no faltaría mucho para que casi todo nuestro tiempo lo pasemos dentro de la “Internet” domesticada, ñoña y kitsch que representa Facebook en particular y la mayoría de las redes sociales en general.
¿Será hora de dar de baja nuestras cuentas en las redes sociales y volver a los inicios? Ahora que lo pienso, la cosa es peor aún: antes se planteaba un retorno de lo artificial a lo natural, algo así como apagar los dispositivos e irse a dormir debajo de un árbol. Ahora hemos escalado un nivel y los cambios no parecen contemplar opciones por fuera de lo digital.
¿Tú que opinas?
¡Hasta el próximo To bit!