Aunque no lo sepas, sufres de apofenia y de pareidolia. Todo el tiempo. También lo sufre el software antivirus que tienes instalado en tu ordenador. Parientes de las alucinaciones, este tipo de experiencias psicológicas son comunes y suceden todo el tiempo a lo largo del día. Muchos quieren sacar partido de esto. Pero no hace falta que corras al buscador a ver qué significan estas palabrejas, ya a partir de hoy comienza una serie de notas que esclarecerán el tema.
¡No leer esta nota trolleante puede ser uno de los mayores errores que hayas cometido en los últimos tiempos!
Y por si esto fuera poco, ¡la solución al desafió auditivo de la semana pasada!
Según la definición, pareidolia proviene de los vocablos griegos para (“junto” o “adjunto”) y eidolon (“figura” o “imagen”), y se trata de “un fenómeno psicológico que involucra un estímulo vago y aleatorio que puede ser percibido erróneamente como significativo”. En pocas palabras, estamos acostumbrados a ponerle nombre a todo: nos cuesta mucho ver algo abstracto sin ver formas. Nuestro cerebro cree ver cosas o personas, intentando asociar directamente el estímulo con lo que encuentre más parecido dentro de la memoria predictiva. Vean si no esta colección de imágenes:
Digamos que es imposible no ver lo que allí en realidad no está.
Carlos Alvarez, profesor de psicología cognitiva de la Universidad de La Laguna, indica que esto es una ventaja evolutiva. Investigaciones en recién nacidos determinaron que estos identifican fuertemente cualquier estímulo visual que tenga alguna semejanza con una cara humana, así sean dos puntos y una raya. Es una capacidad innata. La ventaja evolutiva parece estar en el hecho de que, ante la duda, es preferible huir algo que parece una amenaza antes de quedarse y cerciorarse de que es así. “Se suele asumir que el ojo funciona como una cámara de fotos y el oído como una grabadora. La psicología sabe desde hace siglos que no es así. Nuestro cerebro está preparado y diseñado para encontrar patrones hasta donde no los hay”.
Como no nos olvidamos que esta es la sección To bit or not to bit, encontramos que hay un correlato de este tipo de procesos con el Memory-Prediction Framework de Jeff hawkins, Ingeniero Informático. Según este autor, “La función del córtex es encontrar relaciones entre sus entradas o inputs, almacenar estas relaciones y usar esta información para predecir cómo se comportarán esos inputs en el futuro. Los algoritmos cerebrales pueden generalizar y, de ese modo, permitirnos aprender y ser creativos.”
Hay incontables ejemplos, como supuestos OVNIs, supuestos marcianos en la superficie de marte o supuestas apariciones de la virgen, entre otras lindezas, que ya estaremos detallando en las próximas notas.
Por otra parte, la apofenia, aunque similar, se diferencia de la pareidolia en que consiste “en ver patrones y/o conexiones en sucesos aleatorios o datos sin sentido”. Klaus Conrad, neurólogo y psiquiatra alemán, acuñó este término en 1959, definiéndolo como “la experiencia concreta de dar sentido anormalmente a lo que no lo tiene”.
Para quienes trabajan en el área de la estadística, esto seguramente les traerá recuerdos de los falsos positivos (errores de tipo I). De la misma manera, el software antivirus sufre de apofenia cuando nos informa de una infección cuando en realidad no existe tal cosa.
La apofenia es algo que nos sucede a todos, aunque en forma agravada se transforma en uno de los síntomas de la psicosis. También se ha descripto la apofenia como un punto intermedio entre la psicosis y la creatividad (así que, ojo con ser muy creativos). Existe incluso el apofenismo, un movimiento literario con raíces anarquistas que se basa en el supuesto de que de la apofenia nace todo el sentido poético.
Lo cierto es que este tipo de percepciones no sólo funcionan con cada uno de nosotros de forma individual, sino que la percepción puede generalizarse a grupos de personas, llegando a tomar formas de histeria y locura. Y, es claro, nunca faltan los intereses religiosos, económicos, políticos, etc., etc., de gente que quiere aprovecharse.
¿Y por el audio cómo andamos?
Como imaginarán, todo esto no es exclusivo del ámbito de las imágenes. También sucede con el sonido, algo que ha dado letra, por ejemplo, a multitud de movimientos que han pretendido encontrar mensajes satánicos. El clásico es escuchar al revés discos de rock. Algunos comentan que se escuchan terribles mensajes que llaman a tener “lujuria y sexo desenfrenado”. ¡Quiero escuchar YA esas canciones!
El genial Capusotto incluso ha revelado otros mensajes satánicos:
Salvo por los casos en los que se agregaron mensajes adrede, como en el “Empty Spaces” de Pink Floyd (en los que, “curiosamente”, no puede escucharse nada coherente al derecho), aquí pueden encontrar un sitio de uno que se tomó el trabajo de recopilar esas canciones y supuestos terribles mensajes. Algunos han llegado incluso a los límites de la tontería (ojo que es un link de Wikipedia). En fin…
¡La solución al desafío de la semana pasada!
La semana pasada propusimos una prueba auditiva que instaba a determinar qué palabras se escuchaban en diferentes audios que pusimos como ejemplo. Varios lectores enfrentaron el desafío, ¡muchas gracias a todos por participar! Y a los lectores Camilo, Alex, Che, Fran, DaNiEx, Guillermo, El Pruebas, Nombre y Hilton por sus aportes!
Y ahora, el ganador: An de uíner is… ¡El lector DaNiEx, que encontró la solución al desafío! Efectivamente, se trata de un caso específico de pareidolia auditiva. Si bien en los audios no hay ninguna palabra en concreto, diferentes personas encontraron diferentes palabras.
Seguiremos informando… ¡Hasta el próximo To bit!