¿Se han preguntado cómo puede ser que después de tanto tiempo de evolución de la informática los programas se sigan colgando de la misma manera?
Siempre se ha discutido acerca de qué tan exacta es la ciencia de la informática. En esta entrega les presentamos un nuevo análisis que no hace más que confirmar lo que ya sospechábamos: a pesar de tanto parafernalia, la informática es una de las ciencias menos exactas, ¡y no parece que eso vaya a cambiar!
Tengo un pen drive conectado a mi notebook. Cuando hago un descanso en mi trabajo suelo hibernarla. Algunas veces, cuando la vuelvo a encender, me encuentro con un cartel de “USB not recognized”. ¿Por que eso sucede algunas veces sí y otras no? Se pueden ensayar varias explicaciones técnicas, como que el momento de cerrarla… el driver… la interrupción… el flush del buffer de datos… bla, bla… Pero desde nuestra perspectiva como usuarios, lo que estamos percibiendo es un “resultado inesperado”.
Revisemos un poco los conceptos: para que una operación se lleve a cabo, una serie de elementos tienen que funcionar bien en forma simultánea. Si uno de los elementos falla, la secuencia completa no va a funcionar. En términos lógicos, podríamos decir que una operación lógica “Y” (“AND”) de una serie de elementos tiene que ser verdadera, por lo que cada operando debe ser verdadero para que toda la ecucación funcione.
Ejemplo para el caso de un llamado telefónico:
funcion(llamado telefónico)
SI SmartphoneEncendido AND AndroidRunning AND OSPatchesInstalled AND PhoneAppRunning AND SignalLevelOK AND IntermediateRoutingOK AND PlanTelefonicoPago AND laTelefonicaQuiere AND . . . ENTONCES LlamadoTelefónicoOK
La realidad es que, si refinamos la secuencia, la lista de ANDs puede hacerse casi infinita. Sabemos que basta con que uno de los elementos falle para que toda la secuencia falle. En la práctica, si esto sucede los resultados pueden ser imprecedibles, desde ruidos o baja calidad del llamado, hasta la imposibilidad de comunicarse. La cantidad de posibles resultados de la operación está en función de la cantidad de operandos, con una combinatoria algo así como de 2 elevado a la N, y esto solo en caso de trabajar con unos y ceros.
Dos más dos es cuatro solo en la teoría, en donde los números están a salvo de las contingencias de la realidad espacio-temporal.
Ahora bien, nosotros, como personas, ¿no somos lo mismo? Una sucesión de elementos seudo-aleatorios que pueden funcionar de una manera o de otra, con una gran cantidad de combinatorias posibles, en el fondo posiblemente explicables, pero que desde nuestra perspectiva de individuos nos da como resultado la “imprevisibilidad humana”. ¿Por qué en el caso de las personas decimos que los errores se producen “porque somos humanos” y en el caso de un dispositivo complejo insistimos en decir que es algo lógico que falla?
Dos más dos es cuatro solo en la teoría, en donde los números están a salvo de las contingencias de la realidad espacio-temporal. Dos patitos más dos patitos van a dar cuatro sólo si en el medio de la operación no se nos escapa uno de ellos.
Estamos en la realidad contante y sonante y hay que asumir que no es posible controlar todo. Es bueno saberlo para evitarse un estrés innecesario. Ya lo dice la vieja frase: “si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes”.
Como se imaginarán, o como os imaginaréis, según de qué lado del Atlántico estén o estéis, queridos lectores, el foro aquí debajo está ansioso por recibir sus quejas, elogios, críticas y sesudas reflexiones.