Viendo las repercusiones que tuvo el
To bit or not to bit de la semana pasada, acerca de si tanta tecnología sirve o no para algo, no podemos menos que seguir con el tema en esta entrega.
Amigos lectores: esta sección fue pensada como un alto en la catarata informativa. Un espacio para mirarnos a nosotros mismos y al tecno-mundo que nos rodea y, por un momento, abandonar la ciega aceptación que solemos tener ante los espejitos de colores digitales.
¡Y vaya que eso sucedió! Hemos recibido desde elogios hasta insultos. ¡Y eso está muy bien! Lo importante es no permanecer indiferentes. Ahora aprovechamos para crear más polémica. ¡Pasen y vean!
Entre otros comentarios, algunos lectores hicieron referencia a un vicio de estos tiempos: el apego incondicional a la “novedad” y a la tecnología como un fin en sí mismo. ¿Algo así como una tecnolatría? ¿Pleitesía al dios digital? ¿Ilusión de alcanzar la felicidad por tener la última versión del SOGTULAKK-01? Y conste que yo soy bien nerd. Llegué incluso a divertirme escribiendo código en lenguaje de máquina (sí, en hexadecimal) durante los sábados a la noche. De hecho, la tecnología es a lo que siempre me dediqué y me dedico; si no, estaría mejor escribiendo en algún suplemento de cocina, por caso.
Como bien comentaron otros lectores, aquí convendría preguntarse qué significa “tecnología”. Y disculpen que me ponga serio, porque esto no es chiste. No está mal, entonces, hacer un alto en el camino y leer a Martín Heidegger en La pregunta por la técnica: “preguntar es construir un camino. Un camino de pensar”. Si yo estoy gran parte de mi día dedicado a actualizar mi “estado” en la red social para que los demás se enteren de que el desodorante me abandonó, ¡por supuesto que tendré menos tiempo para pensar!
Y más todavía: “en todas partes estamos encadenados a la técnica. No podemos librarnos de ella, estemos a favor o en contra. Cuando consideramos a la técnica como algo neutral es cuando más a su merced estamos”.
Algunos lectores afirmaron, con razón, que todo es tecnología, como un lápiz o el proceso de filtrar el agua. Pero hay una diferencia fundamental entre eso y todos los piripipís digitales de hoy en día, y he aquí el meollo de la cuestión.
En todas partes estamos encadenados a la técnica. No podemos librarnos de ella, estemos a favor o en contra. Cuando consideramos a la técnica como algo neutral es cuando más a su merced estamos.
Resumiendo muuucho los conceptos, “técnica” proviene del griego tékne, que representa no sólo a la producción, sino también al arte y a la poesía. Y tékne pertenece a la póiesis, que es el concepto de encontrar nuestra verdad como personas, el mundo real, la poesía y el arte. Es el asombro que alguna vez tuvo el hombre ante la naturaleza que lo rodea, y la mejor forma de relacionarse con ella. Para los griegos, técnica no era simplemente crear algo, sino hacerlo desde una responsabilidad ética y social.
Pero la concepción actual de la técnica es exactamente lo opuesto. Ahora, a la naturaleza se le exige que se comporte de una manera determinada, algo que debe responder a nuestras exigencias. Ahora, la técnica se construye sobre sí misma y se realimenta a sí misma (“debo actualizar la versión del OS a la nueva 7.2, —pero la revisión 3, ojo—,porque esa es la que me permite correr el nuevo ShitPlayer 6.1 porque es el único que soporta el nuevo codec multicompresión que reproduce los videos .ogg con profundidad de color de 64 bits…). ¿Dónde está la vida aquí? ¿Dónde la naturaleza?
Para la tecnología de hoy en día, la naturaleza es una mera proveedora de recursos. Y, lo siento amigos, pero nosotros también somos naturaleza, y para el mundo tecnológico actual solo somos recursos de producción y consumo(“recursos humanos”, dirían en las empresas). En palabras de H. Schmucler: “Para la tecnología moderna no hay otro futuro que el de su propia multiplicación dominadora”. El fundamentalismo digital asoma en el horizonte.
Para cerrar, volvamos a citar a Heidegger: “Debemos volver a la forma antigua de entender la técnica (…) Y una buena vía para conseguirlo es recordar el arte y la naturaleza. Pero, ante todo, en la primera línea de fuego deben estar presentes pensar y preguntar”.
¿Y a ti, lector inquieto? ¿Qué te sucede ante estos conceptos? Espero tus comentarios, ¡pero ahora te dejo porque estoy preparando el saco de dormir ya que voy a ir a hacer fila toda la noche frente a la tienda de electrónica, porque mañana es el lanzamiento oficial del LoseStation GameGuy 7, que ahora viene con cables de colores intercambiables, y quiero ser el primer comprador!