La instalación de un sistema operativo puede llegar a ser una operación traumática para el usuario promedio. Se debe ingresar mucha información a medida que se avanza y cualquier inconveniente debe ser solucionado en el momento, o se corre el riesgo de tener que empezar todo de nuevo. Hoy en NeoTeo te enseñaremos a instalar Windows XP, paso a paso.
Las razones por las que deberías instalar un sistema operativo desde cero son muchas, y muy diferentes. Puede que algún bicharraco digital haya arruinado tu sistema más allá de cualquier recuperación posible, o puede que tu instalación de Windows haya estado un buen tiempo en tu ordenador y ya no rinda como antes. Por supuesto, también está el llamado factor Vista. De a poco, el sistema operativo insignia de Microsoft se está afirmando en cuestiones de rendimiento y estabilidad, pero el mercado informático todavía se rehusa a tenderle una mano. Hay muchísima gente que aún prefiere a Windows XP por cuestiones de comodidad, compatibilidad y costos.
Tampoco hay que olvidar las conocidas imposiciones a las que se ven sometidos los consumidores, debido a que si quieren comprar un ordenador, indefectiblemente vendrá con una versión de Windows Vista, de las cuales algunas deben ser evitadas como sea posible. Esta negativa a entregarle al consumidor la posibilidad de elegir ha generado una oleada de downgrades en muchos ordenadores que venían con Vista preinstalado. Tal vez las más afectadas son las portátiles, que con una cantidad de memoria limitada y discos duros sustancialmente más lentos que sus hermanos para ordenadores de escritorio, pueden convertir la experiencia Vista en pesadilla Vista.
Entonces, para muchos usuarios, la idea se resume a permanecer con Windows XP. Cualquiera sea tu situación, debes comprender que la instalación de un sistema operativo no es algo que deba tomarse a la ligera. Lee toda esta guía antes de hacer nada. Debes prestar mucha atención, ya que posibles problemas pueden aparecer a la vuelta de la esquina. Algo que también debes tener de sobra es tiempo. El tiempo de instalación es inversamente proporcional al poder que posea tu ordenador, así que si tu sistema tiene algunos años encima, deberás ponerte cómodo/a y armarte de paciencia. Y como advertencia final, este tutorial te muestra un proceso de instalación desde cero, por lo tanto, se lo considera destructivo a nivel de datos. Cualquier información previa será borrada por completo, para darle lugar a la nueva instalación. Te imploramos que tomes los recaudos necesarios para proteger tu información, antes de proceder. Dicho eso, comencemos.
1) Para instalar Windows XP en tu ordenador, necesitas tres elementos críticos: El primero, cayendo un poco en lo obvio, es un disco de instalación de Windows XP con una clave válida. Sea una versión Home, Professional, modificada, legal o pirata, en cierto punto de la instalación Windows solicitará una clave para continuar. Y no, no publicaremos ninguna aquí, así que deberás buscarla en otra parte.
Lo segundo es tener conocimiento de cómo indicarle al ordenador que se inicie desde la unidad óptica, en vez de recurrir al disco duro. Deberás insertar el disco en la unidad óptica, y configurar tu ordenador para que se inicie leyendo al disco de Windows. Sea a través de una opción en el BIOS, o de un menú especial en el momento que se inicia el ordenador (suele verse una leyenda similar a Press F12 for BootMenu, que por supuesto varía según el fabricante), deberás saber cómo lograr esto.
Lo tercero y más importante de todo: Debes poseer los controladores de Windows XP para tu ordenador. En una situación normal, un ordenador tiene como mínimo un CD-ROM en donde están almacenados todos los controladores para activar funciones como audio y vídeo, y te ahorrará mucho tiempo el poseer dicho disco. Sin embargo, en muchos casos hay que recurrir a Internet para obtener los controladores. Esto implica saber qué modelo de tarjeta madre se posee y qué otros dispositivos existen dentro del ordenador, como pueden ser tarjetas de vídeo dedicadas. El problema surge al intentar obtener soporte para hardware muy viejo o muy nuevo. Buscar soporte para dispositivos como un módem telefónico o un escáner por puerto paralelo puede volverse una verdadera expedición arqueológica. En cuanto al hardware nuevo, es mucho más indignante, ya que suele ser culpa del fabricante el que no haya soporte. Por ejemplo, algunas portátiles Compaq que vienen con Windows Vista preinstalado no poseen soporte alguno para XP en la página oficial, y al usuario no le queda otra alternativa más que cazar los controladores uno por uno, a través de diferentes foros y blogs.
2) Con el disco en la unidad, inicia el ordenador. Verás que habrá actividad en la unidad óptica, y luego recibirás un aviso de que pulses una tecla para iniciar desde el CD. Hazlo, y deja que Windows cargue su legión de controladores. Cuando haya finalizado, verás la pantalla de bienvenida para la instalación de Windows XP. Presiona Intro para continuar, y luego F8 para aceptar el contrato-licencia.
3) Llegarás a la pantalla de administración de discos. Esto puede variar en forma y cantidad de discos y/o particiones. Si tienes más de una partición y deseas conservarlas, sólo deberás escoger la que indique la unidad C. Si no es tu deseo el conservarlas, deberás borrarlas una por una escogiéndolas y presionando la tecla D. Luego Windows solicitará una confirmación para tal acción, en donde deberás presionar la tecla L para continuar.
4) Si has escogido la partición C para instalar Windows allí, el asistente de instalación detectará que hay una versión de Windows previa, y te dará la opción de repararla. Como este tutorial no apunta a eso, elige No Reparar. La otra situación es que hayas escogido la entrada que dice Espacio no Particionado, como mostramos en la imagen anterior. No importa de cuál se trate, ambas te llevarán a la sección de formateo de disco. Si el disco duro es relativamente nuevo, puedes escoger la opción NTFS (rápido), pero si hace mucho tiempo que el disco no fue formateado, y deseas tener la seguridad de que se encuentra en buenas condiciones, elige la opción NTFS estándar. Esta opción hará que la instalación demore mucho más tiempo, ya que formateará y verificará toda la superficie.
5) Tras el formateo, se iniciará la copia de archivos. Aquí puedes relajarte un momento, y mirar pasar el contador. El único inconveniente que puedes llegar a encontrar aquí es que el disco de instalación esté defectuoso, y arroje un error de lectura. Deberás reemplazarlo si ese es el caso, porque una instalación de Windows XP con archivos faltantes o corruptos, es una bomba de tiempo. Al terminar, presentará un aviso que el ordenador se reiniciará en 15 segundos. Puedes dejar correr el tiempo, o presionar Intro para reiniciar de inmediato.
6) Al reiniciar, verás nuevamente la leyenda para presionar una tecla si quieres iniciar desde el CD. Esta vez no toques nada. Ya hay archivos cargados en el disco (la fase anterior se encargó de eso), y la instalación continuará desde allí.
7) Ahora, la instalación de Windows procede con un entorno gráfico mínimo, en donde tendrás un estimado del tiempo que demorará la instalación, además de la clásica ronda informativa de Microsoft destacando las mejoras que posee su sistema operativo.
8) La primera pausa en esta fase es para configurar región e idioma. ¿Recuerdas nuestro tutorial donde explicábamos cómo configurar un teclado? Ese artículo existe porque en la gran mayoría de las veces que se instala Windows, esta pausa en la instalación es completamente ignorada. Primero, haz clic en Personalizar, y especifica tanto formato como ubicación de acuerdo al lugar en donde te encuentres. Lo mismo debes hacer bajo Idiomas, y en Opciones Avanzadas. Después regresa a Detalles, y allí configura el teclado de acuerdo al que poseas.
9) La siguiente ventana solicita información sobre el usuario, y la organización a la que representa, si ese es el caso. Puedes colocar cualquier cosa aquí, en los dos campos. Al hacer clic en Siguiente, Windows solicitará la clave del producto. Ten cuidado al escribirla, son un total de 25 caracteres divididos en cinco grupos. Si la clave es inválida, Windows te lo informará. Ten en cuenta que las claves no son intercambiables entre versiones. No puedes usar una clave Home en un disco Professional, o viceversa.
10) Las dos pantallas posteriores requieren información sobre el equipo y contraseña del administrador por un lado, y valores de fecha y hora por el otro. Como nombre de equipo puedes colocar lo que desees, siempre y cuando no uses caracteres especiales (Windows te informará los que no puedes usar). La contraseña del administrador es opcional. No colocar una es un potencial agujero de seguridad, pero si especificas una, trata de no olvidarla. Puede sacarte de un apuro en caso de un problema. En cuanto a la fecha y la hora, verifica que todo esté en orden, y especifica la zona horaria que haya en el lugar donde te encuentras.
11) La instalación continuará un poco más. Si Windows XP detecta una tarjeta de red compatible en tu ordenador, aparecerán algunas pantallas más, para configurar cosas como protocolos de red, y nombre del grupo de trabajo. Si no quieres cambiar la configuración, o sabes de antemano que todo funcionará bien si se deja en automático, escoge la opción Típica. De otro modo, elige Configuración Personalizada para configurar valores más avanzados como protocolos instalados o números IP. Por último, la instalación te preguntará si el ordenador está bajo un grupo de trabajo, o bajo un dominio. Si te encuentras bajo un dominio, probablemente no estarías haciendo esto, ya que el administrador de red suele encargarse de cosas como estas. Lo más común es especificar un nombre de grupo de trabajo. El que viene por defecto sirve, pero si quieres puedes cambiarlo a su versión en inglés WORKGROUP, para asegurar compatibilidad con viejos Windows como el 95 y el 98.
12) A partir de este punto, es toda una carrera recta hasta el final. Windows terminará de copiar archivos y de aplicar la configuración, para luego reiniciar el ordenador una vez más. El logo de XP aparecerá de nuevo, y esta fase final de instalación intentará cambiar la resolución de pantalla. Si cuando presionas Aceptar, la pantalla se vuelve negra y el monitor se coloca en modo stand-by, no toques nada. Windows volverá atrás el cambio, y podrás seguir con la instalación. Luego te solicitará algunos pasos más, como un nombre para colocar al perfil de usuario (o perfiles, puedes agregar más de uno), activar Actualizaciones Automáticas (no debes activarlas si tu Windows camina por fuera de la ley), o intentar conectarse a Internet si detectó una tarjeta de red (presiona Omitir). Cuando veas el Gracias, la instalación habrá terminado.
¡Felicitaciones! Has instalado Windows XP. Tu sistema está completamente limpio, y listo para recibir tu personalización. ¿Qué sigue ahora? Bueno, Windows necesita los controladores de hardware para funcionar de manera óptima, y deberás dedicarte a instalarlos. Si posees el CD de la tarjeta madre, puede que ese disco se encargue de hacer todo automáticamente, sino deberás instalarlos manualmente. Algunos serán ejecutables, otros deberás descomprimirlos con utilidades como 7-Zip. No podemos decirte exactamente cómo instalar cada controlador (aunque hemos publicado un artículo sobre controladores de vídeo), debido a la gran variedad que hay, pero todo controlador posee instrucciones para su instalación. ¡Síguelas al pie de la letra!
El resto del tiempo lo pasarás reinstalando los programas que tenías anteriormente, y configurando la conexión a Internet (recurre a tu proveedor si no tienes las instrucciones, ellos te guiarán). Por último, deberás limpiar archivos temporales, y para alcanzar un máximo rendimiento, desfragmentar el disco duro. Esperamos que este tutorial te se útil. ¡Buena suerte!