Los deportes extremos siempre tienen lugar para brindar un poco más de acción. Ya sea con modificaciones en su práctica o la incorporación de nuevos dispositivos, el entusiasta que necesite una dosis extra de adrenalina seguramente va a obtenerla. La gente de Dreamscience explora la segunda opción con sus Thrusters, turbinas de mano que pueden incrementar la velocidad de esquiadores y parapentistas.
¿Quién quiere sus propias turbinas personales? Sí, admito que suena un poco extraño… pero si lo vemos desde la perspectiva de los deportes extremos, no es una idea tan descabellada. Esquiadores, surfistas, parapentistas, y básicamente todos los atletas que dependen del viento, el agua, o inclinaciones en el terreno para ganar velocidad, se verían beneficiados con un desarrollo así. Claro que, es mucho más complicado de lo que aparenta. En primer lugar, sería necesario dejar a un lado los motores de combustión interna. Más allá del riesgo asociado a cualquier deporte extremo, sería bastante perturbador si además de las turbinas, el deportista tuviera que cargar con el combustible. Y en segundo lugar, las soluciones eléctricas tienen una limitación muy importante en las baterías. La magia del litio nos ha permitido desarrollar unidades más compactas y livianas con una capacidad impresionante, pero estamos necesitando un poco más de lo que pueden dar hoy.
En Dreamscience llevan varios años trabajando sobre sus Thrusters. Uno de los prototipos originales tenía dos turbinas y una autonomía de apenas cinco minutos, pero fue suficiente como para colocar en el aire a un parapentista. Sin embargo, al momento de evaluar una nueva versión, buscaron en enero pasado la asistencia del snowboarder Jamie Barrow. Como referencia, Barrow fue remolcado por un coche, y alcanzó una velocidad de 111.8 kilómetros por hora, pero al usar los Thrusters, su velocidad máxima fue de unos nada despreciables 80.63 kilómetros por hora. Las ediciones futuras, con cuatro motores que pueden alcanzar las 30 mil revoluciones por minuto, serán capaces de funcionar durante quince minutos a potencia completa, o durante media hora en “modo crucero” si se quiere ahora batería.
El rendimiento en la nieve fue muy bueno, pero Dreamscience debe seguir trabajando en sus Thrusters. A ningún deportista le gustaría hacer una pausa forzada para recargar baterías, y el hecho de que el sistema tenga un peso de 12 kilogramos también demanda atención. Aunque no hay datos que nos permitan especular con una fecha de lanzamiento, el fabricante habla de un costo ubicado entre los cinco mil y los diez mil dólares para las primeras unidades. Si los Thrusters ganan tracción, eventualmente deberán bajar de precio a niveles no tan extremos como los deportes que podrían utilizarlo.