El arte digital sigue su senda exitosa mediando entre el mercantilismo de la información y el regocijo de la subjetividad moderna, buscando en lo cotidiano una traza más profunda que nos haga pensar el rol que tiene, por ejemplo, internet y sus herramientas. En The Pirate Cinema, los artistas Nicolas Maigret y Brendan Howell montaron una instalación en Canadá que transforma los datos del P2P en una forma de arte audiovisual, aunque en realidad también es una protesta ante las técnicas de espionaje de ISPs y gobiernos.
Subidas y bajadas se dibujan en las interfaces de nuestros gestores de descarga, mostrando cómo nos conectamos entre nosotros para compartir contenido de todos los estilos. Las conexiones son parte de nuestra vida diaria, y la transformación de datos en entretenimiento, educación y dinero es una constante que puede ser deconstruida para analizar, tanto como fenómeno social como objeto artístico. Dos realizadores visuales han logrado justamente esto, llevando los datos de las redes P2P a una instalación en donde se reproduce en tiempo real y en pantallas gigantescas lo que se descarga a altas velocidades. La instalación se convierte en el escenario de un arreglo improvisado y sincopado de archivos que están en intercambio.
The Pirate Cinema está basada en el trabajo de un software de interceptación de datos. En él se pone de manifiesto, a través de un simple trasvase de información de diferentes aspectos de plataformas de intercambio, como el carácter global y multi-situado de las redes Peer to Peer, la posibilidad de transmisión de virus y los modelos sociales alternativos. El objetivo de esta presentación audiovisual de la información es realizar una exploración de los potenciales inscritos en las arquitecturas P2P. Para hacerlo, uno de los dos modos disponibles de esta instalación descarga constante algunos de los 100 torrents más populares desde sitios como por ejemplo The Pirate Bay. Luego, mientras la transferencia aún está activa, va mostrando fragmentos de estas descargas a través de 3 pantallas gigantes sobre la pared de la galería.
Como podrían ser denunciados por descargar archivos con derechos de autor ilegalmente, los artistas han decido descargar los archivos utilizando una conexión encriptada con base en Suecia, codificarlos y mantenerlos en los equipos de forma temporaria. De hecho, un modo de la instalación permite que el operador descargue archivos de forma manual, especialmente para proveer de una mayor precisión compositiva a la muestra artística. La instalación muestra una manera diferente de utilizar la información y los procesos que los ISP y los gobiernos utilizan para revisar las descargas y comunicaciones en la web. El proyecto de cinco ordenadores monitoreando cada sitio de descargas fue construido a través del uso de lenguaje de programación Python, Libtorrent y Gstreamer.