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The Lifeboat Foundation nos protege de la tecnología

La Fundación Lifeboat (Lifeboat Foundation) es una organización no gubernamental sin fines de lucro que se dedica a fomentar los avances científicos a la vez que intenta ayudar a la humanidad a sobrevivir a los riesgos potenciales de las nuevas tecnologías.

Esta fundación se dedica a buscar formas de proteger a la humanidad de las tecnologías que esta misma desarrolla. A pesar de que intrínsecamente ninguna tecnología es “mala” (punto que defiende The Venus Project), algunas de ellas, tales como la ingeniería genética, la nanotecnología y la robótica/IA pueden originar grandes desastres si se emplean sin control.

La Fundación Lifeboat propone varias opciones, incluyendo la aceleración del desarrollo de tecnologías para defender a la humanidad. Entre las tecnologías que la fundación propicia se encuentran los nuevos métodos para combatir virus (tales como la interferencia de ARN y nuevos métodos de vacunación), algunas estrategias defensivas contra la nanotecnología, e incluso la puesta a punto de colonias espaciales autosostenibles por si fallan las otras estrategias defensivas.

La fundación sostiene que en algunas situaciones se debería renunciar a las bondades que ofrecen algunas tecnologías para proteger a la humanidad. Citan como ejemplo el hecho de que el gobierno de EE.UU. ha publicado en Internet la fórmula del virus de la gripe de 1918, permitiendo (al menos en teoría) a un grupo terrorista reproducir en un laboratorio dicha cepa del virus.

En la web de la fundación se informa de que la humanidad corre un “riesgo existencial”, es decir, un riesgo que es tanto global como definitivo. Nick Bostrom lo define como un riesgo “en el que un resultado adverso aniquilaría la vida inteligente originada en la Tierra, o reduciría permanente y drásticamente su potencial”. El término es frecuentemente empleado para describir escenarios de desastres terriblemente catastróficos causados por superinteligencias no amigables, o por el mal uso de alguna tecnología por parte de nosotros mismos.

El fin último de esta fundación es justamente evitar que ocurran eventos de riesgo existencial, ya que, una vez que ocurran, la humanidad puede que no tenga posibilidad de corregir el error. Sostienen que los gobiernos (y la humanidad en general) solo reaccionarían después de que un desastre de este tipo haya ocurrido, mientras que lo correcto sería tener a mano un paquete de “último recurso” para usar como salvavidas de la humanidad. “Algunos desastres no dejarán supervivientes, así que debemos reaccionar antes de que ocurran. Debemos ser proactivos.”, sostiene Bostrom.

“No podemos depender de enfoques de ‘prueba y error’ para tratar los riesgos existenciales. Tenemos que incrementar nuestra inversión para desarrollar tecnologías defensivas específicas. Estamos en la fase crítica de la biotecnología, y alcanzaremos la fase en la que tendremos que implementar directamente tecnologías defensivas para la nanotecnología en los últimos años de la próxima década. Un patógeno autoreplicante, ya sea biológico o basado en la nanotecnología, podría destruir nuestra civilización en cuestión de días o semanas,” sentencian.

Es claro que la humanidad avanza hacia una singularidad tecnológica. Mientras que recorremos ese camino, The Lifeboat Foundation intenta ser una especie de ángel guardián de la humanidad.

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Escrito por Ariel Palazzesi

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