¿Qué sería de los bares sin las peleas habituales que se dan entre sus ebrios usuarios? Probablemente no se llamarían bares, sino “centros de reunión social en donde se escogen determinados líquidos con alto contenido alcohólico y se beben en serie”. Para que luego de esa idea no nos acusen de apología de la violencia, les recomendamos la última invención de algún videojugador pacifista. Se trata de The Last Barfigther, el arcade o recreativa que recompensa con cerveza a quien gane un combate con los nada sangrientos joysticks.
Ya casi pasaron dos décadas desde que tiraba la bici en el primer lugar medianamente inseguro que encontraba y entraba al local con la cabeza en alto, expeliendo un aire de superioridad hacia los que quedaban fuera, paseando perros, haciendo compras o trabajando. Mientras contenía la respiración, atravesaba el salón principal, ignorando las luces estroboscópicas de las nuevas adquisiciones del lugar y me dirigía hacia el fondo. Despoblado y oscuro, como si no quisiera llamar la atención, estaba mi árcade favorito. Sin perderlo de vista, saludaba al dueño del lugar sin mirarlo a los ojos y hacíamos el intercambio de metales pertinente. Cuando llegaba a la máquina, la pantalla de puntuaciones me recibía y recién ahí podía volver a respirar; mis siglas estaban en lo más alto de la tabla. Este era mi principal modo de recompensa por jugar a una recreativa, además de la diversión que me propiciaba el juego mismo. Pero pasaron dos décadas y los arcades están en extinción. Tal vez es por eso que The Last Barfighter se promociona como una recreativa que recompensa con cerveza a sus usuarios.
https://www.youtube.com/watch?v=zcjfpe41ZSQ
The Last Barfighter es un juego de arcade diseñado para la compañía cervecera Big Boss Brewing por la agencia de publicidad McKinney Ten Percent. Como se puede ver, es un juego de lucha para dos jugadores que tiene lugar en un bar de motoqueros, un lugar que las películas nos han demostrado como hostil para la sana convivencia de mandíbulas y puños. En vez de practicar boxeo etílico en carne y hueso, quienes tengan los sumos caldeados podrán combatir en este videojuego de peleas que tiene como escenario a –por supuesto- un bar. Cinco personajes para elegir con sus nombres basados en los tipos de cerveza que vende la compañía y varios movimientos especiales mezclados con patadas y puñetazos clásicos.
Sin que se partan en dos los tacos de los billares o que se exploten jarras de vidrios sobre los mareados cráneos de los bebedores empedernidos, los jugadores se enfrentan en la máquina y luego del combate virtual a dos rounds, el ganador será recompensado con un refill, el clásico término en inglés utilizado para el rellanado de los vasos en los restaurantes fast-food. Pero no habrá que ir hasta la barra, sino que al principio de la pelea los vasos de los borrachines tendrán que ser situados debajo de un surtidor en la parte inferior de la máquina. Al terminar la pelea, se anuncia el ganador y el vaso de este se rellena automáticamente. Todo dicho. Ahora faltará ver cuál es la idea que propondrá una máquina recreativa auspiciada por Prime que le dispense un preservativo al ganador. ¿Ideas?