Escribir un documento es algo que gracias a las herramientas existentes es algo relativamente fácil de hacer en estos días, pero cuando queremos integrar notas adicionales, correcciones, o sugerencias a esos documentos, nos vemos forzados a recurrir a varias ventanas diferentes, lo cual puede hacer que un escritorio de ordenador tranquilo se convierta en una representación del caos en unos pocos segundos. Si tus documentos reciben correcciones muy seguido y de varias fuentes diferentes, entonces tal vez TextFlow te interese.
En lo personal, cubro mis necesidades de procesamiento de texto con Google Docs, o recurro a una alternativa libre como AbiWord en casos específicos. Como ambas opciones se encuentran funcionando muy bien en estos tiempos (AbiWord recibió una actualización hace muy poco) es raro que mire muy de cerca a otras aplicaciones similares, y lo mismo le sucede a los usuarios que se han acostumbrado a cierto procesador o a cierta planilla de cálculo (conozco gente que no puede despegarse de Office de ninguna forma). Sin embargo, TextFlow entrega la sensación de que se convertirá en una opción más que válida, una vez que sus desarrolladores terminen de pulir sus bordes filosos. Si te la pasas mucho tiempo comparando documentos y aplicando correcciones, sabes que debes pasártela saltando de ventana en ventana, volviéndote un jinete del "copiar y pegar" con cada modificación. Con TextFlow, puedes invocar el documento original y todas sus versiones modificadas, para luego escoger qué texto irá en la versión final. El vídeo de presentación lo deja muy en claro, aunque en la práctica todavía no es tan así.
Decimos esto porque, según su FAQ y según lo que hemos notado en nuestras pruebas, todavía le falta un poco de trabajo a TextFlow. Su manejo de imágenes está lejos de ser el ideal, y su incapacidad de importar tablas (al menos de momento), no es un dato que pasa desapercibido. Otro detalle importante a tener en cuenta es su dependencia de Adobe AIR, un entorno que no todos los usuarios prefieren tener en sus sistemas, o que no todos pueden llegar a ejecutar.
Como punto a favor, su interfaz es muy sencilla y fácil de usar, y tiene compatibilidad con documentos en formato .DOCX, ese misterioso brebaje que Microsoft creó para Word 2007 y que muchos programas presentan complicaciones a la hora de importarlo. Si quieres darle una probada puedes hacerlo a través de una versión simplificada en el navegador, o descargarlo directamente a tu ordenador, que además de TextFlow instalará AIR si no lo tienes. Para uso personal, TextFlow es completamente gratuito, pero en caso de que desees prestaciones más profesionales, deberás aceptar una tarifa anual de poco más de €75. De todas formas, la versión gratuita es más que suficiente como para que puedas darte una idea de las prestaciones de TextFlow. Aún le falta, pero si te aburre tener media docena de ventanas abiertas con diferentes versiones de un mismo documento, esta herramienta parece tener el potencial para hacerte ahorrar tiempo y frustraciones.
