Todos sabemos que Elon Musk tiene las manos llenas con sus coches eléctricos y sus cohetes, pero eso no le impide avanzar en proyectos potencialmente históricos. Después de lo que el comunicado oficial llama «un proceso competitivo», Tesla fue la compañía escogida por el estado de California para crear una plataforma de almacenamiento basada en sus baterías Powerpack, con una capacidad de 20 megavatios. Además de ser la más grande de su tipo en todo el mundo, la plataforma será instalada en tres meses, gracias a los recursos de su Gigafactory.
El 23 de octubre de 2015, la fuga de gas en la instalación de almacenamiento de Aliso Canyon en la ciudad de Los Ángeles provocó uno de los desastres ambientales más importantes de los últimos años. El gobernador del estado de California Jerry Brown declaró el estado de emergencia, y se tardó casi cuatro meses en controlar la fuga. Más de 97 mil toneladas de metano y 7.300 toneladas de etano fueron liberadas a la atmósfera, generando una huella de carbono superior a la catástrofe del Deepwater Horizon. Poco tiempo después del desastre, las autoridades decidieron cerrar por completo la instalación, declarándola «inadecuada» para almacenar el combustible. Además del enorme impacto ambiental, la fuga dejó a la ciudad de Los Ángeles al borde de una crisis energética. En mayo pasado, la Comisión de Servicios Públicos de California ordenó la «obtención acelerada» de una plataforma de respaldo y almacenamiento, la cual deberá entrar en completa operación antes del 31 de diciembre de 2016. El proveedor escogido, es nada menos que Tesla.
Las baterías de Tesla serán instaladas en la subestación Mira Loma de la subsidiaria Southern California Edison, aproximadamente a 64 kilómetros de la ciudad de Los Ángeles. Si todo sale bien, será el sistema de respaldo basado en tecnología de iones de litio más grande del planeta, y Tesla lo tendrá listo en tres meses con la ayuda de su Gigafactory, que aunque parezca mentira, en marzo pasado su progreso de construcción estaba en un 14 por ciento. La plataforma, obviamente basada en las baterías Powerpack, se cargará durante los períodos de bajo consumo, y se activará en las horas pico para asistir a la infraestructura eléctrica de Southern California Edison, que alcanza a 15 millones de residentes.
Si buscamos números más completos, descubrimos que la plataforma de 20 megavatios podría proveer de energía a más de 2.500 hogares sin interrupción por 24 horas, o cargar 1.000 coches Tesla en simultáneo. En términos relajados, Tesla construirá un «superbúfer de litio» que responderá a los repentinos cambios de consumo en la ciudad de Los Ángeles. El invierno se aproxima, y lo último que necesita «La Gran Naranja», son apagones.