Terraria: Mucho más que Minecraft en 2D

Terraria tiene todo para ser solo un clon 2D de Minecraft. El mundo se genera aleatoriamente, puedes obtener distintos elementos y utilizarlos para construir cosas en el mundo y armas para defenderte. Pero este título independiente agrega suficientes cosas para resaltar por mérito propio y construir su propio camino ofreciendo una experiencia diferente, con toques de acción y aventura. Con una esencia de sidescroller, no nos sorprendería que muchos prefieran Terraria sobre Minecraft.

Cuando Minecraft apareció en la web, rápidamente se convirtió en la sensación indie del momento. Y como tal, corresponde que haya muchos proyectos similares que intentan sacarle parte de la comunidad. Inicialmente, muchos tildaron a Terraria de ser un clon de Minecraft, pero no cuesta mucho darse cuenta que es mucho más que eso. Para empezar es en 2D y parece más un juego de Genesis que de PC, pero toma algunos aspectos básicos del juego independiente creado por Notch y agrega algunas cosas más para ser algo nuevo.

Tal como en Minecraft, te encuentras en un mundo abierto compuesto por pixeles que se genera de manera aleatorio y puedes explorar a gusto. Es posible utilizar diferentes elementos para crear armas para combatir enemigos y hasta puedes construir cosas en el mundo. Es decir que puedes destruir un pedazo de piedra y la agregas a tu inventario, para luego utilizarla para crear algo o construir una edificación en el mundo. Pero a diferencia de Minecraft, esta posibilidad tiene una razón de ser, ya que es importante crear estructuras para reaparecer en diferentes lugares del mundo en caso de morir explorando.

Y crear edificaciones no solo es para tu seguridad, sino que al construir varias en un espacio reducido, podrás crear un pequeño pueblo. Mientras más viviendas construyas comenzarás a notar que empiezan a aparecer NPCs para vivir en ellas. Estos personajes no tienen mucho para decir pero son útiles, ya que pueden curarte, venderte objetos de valor y hasta ayudarte a derrotar poderosos enemigos. Esta es una idea genial, porque te da una razón para crear e invertir tiempo produciendo casas con muebles e iluminación, ya que si no está completa no vienen.

El día es un buen momento para construir cosas y la noche es el mejor momento para explorar, ya que es el momento en que todas las criaturas salen a buscar comida. Aunque los enemigos pueden ser un desafío si no estás armado de manera apropiada, al matarlos suelen dejar ítems especiales que no puedes encontrar en otros lados. Además, hay muchas sorpresas para encontrar en el mundo, como enormes cuevas escondidas debajo de un poco de tierra, repletas de peligro; altares demoníacos que te permiten crear ítems especiales y hasta una corrupción en el borde del mundo que tiene enemigos más poderosos y aún mejores recompensas.

Muchos de estos ítems especiales te permiten crear cosas muy interesantes gracias al complejo sistema de creación que va mucho más lejos que el de Minecraft. Además de crear armaduras y espadas, puedes generar rezones que te permitirán navegar el mundo con mayor fluidez, pistolas laser, boomerangs y hasta tomos mágicos que disparan bolas de fuego. Si esto no te convence, solo hace falta decir que puedes fabricar hasta un sable laser. El sistema parece no tener límites y casi con cualquier combinación puedes una herramienta con sus estadísticas exclusivas.

Terraria parecería solo un clon de Minecraft pero sería injusto dejarle ese rótulo. Es cierto, está inspirado en ese título, pero de ahí en más construye su camino agregando lugares diferentes para explorar, mucha más libertad e imaginación en cuanto a la construcción de armas y secuencias de acción mucho más intensas. Mientras que mucho de la construcción se siente como Minecraft, la acción, exploración y alquimia se siente como viejos juegos de aventura, creando la mezcla perfecta. Puedes conseguir Terraria en Steam por US$9,99.

Puntaje: 87%

Conclusión: En papel, Terraria tiene muchas cosas similares a Minecraft, pero llevado a la experiencia, se sienten como dos juegos excelentes pero diferentes.