¿Cuánto estás dispuesto a pagar para sobrevivir a la catástrofe que destruya la vida sobre nuestro planeta? Esto es lo que nos invitan a plantearnos los responsables de Terra Vivos, un emprendimiento que pone a nuestra disposición -previo pago de una pequeña fortuna, claro está- un lujoso refugio subterráneo equipado con todas esas cosas que se necesitan para vivir durante más de un año sin salir al exterior. Pero, ¿te ayudará algo así a sobrevivir?
El “inminente Apocalipsis”, algo que se ha venido profetizando y anticipando durante siglos, siempre ha sido una excelente oportunidad de negocios. A pesar que la profecía que aseguraba que el fin de la civilización llegaría en el año 2000 -incluida la obsolescencia de los ordenadores culpa del supuesto “efecto 2K”- falló miserablemente (como era de esperar), lo cierto es que no faltan indicios de que la humanidad pone bastante empeño en autodestruirse. Ya sea a través de desastres ecológicos producidos por el fallo de centrales nucleares, por el calentamiento global, por el escape de algún virus mutado en laboratorios secretos o por una guerra nuclear, todos tenemos algún grado de paranoia. Pero mientras que algunos nos conformamos con mantener dicha idea dando vueltas en un rincón de nuestra mente, un oscuro y profundo sitio alejado de la conciencia en el que no pueda molestarnos, otros buscan la forma de volverse asquerosamente ricos explotando el miedo que algunos tienen cada vez que el agorero de turno dice “¡se acerca el 2012, que el fin del mundo nos pille confesados!” (o alguna estupidez por el estilo).
Una empresa estadounidense llamada “Terra Vivos” ha puesto a punto un proyecto destinado a la construcción de un complejo de refugios subterráneos en los que aquellos que temen la cercanía del fin del mundo puedan apostar a la supervivencia. En esencia, se trata de un pozo profundo, en el que se aloja la estructura de hormigón que contiene las instalaciones necesarias para que los aprendices de “Robinson Crusoe” del futuro puedan esperar un tiempo prudencial antes de volver a salir a la superficie terrestre.
Según los responsables de Terra Vivos, sus refugios están homologados para permanecer intactos aún después de que nuestro planeta haya recibido el impacto de un asteroide, una explosión nuclear o un ataque químico o biológico. Esto es algo que hay que analizar en profundidad antes de decidirse a contratar sus servicios, ya que se calcula que el asteroide que provocó el cráter que actualmente llamamos Península de Yucatán, en Mexico, fundió la corteza terrestre hasta una profundidad de unos 48 kilómetros, y difícilmente ningún tipo de refugio pueda soportar semejante impacto en sus cercanías. Obviamente, si el evento tiene lugar en el otro lado del planeta, contar con un refugio de este tipo eventualmente puede llegar a ser útil para sobrevivir durante los meses posteriores a la catástrofe.
El costo de estas instalaciones comienza en los 10 millones de dólares. Por ese importe Terra Vivos puede construirte un refugio capaz de soportar temperaturas de 700 grados centígrados, terremotos de hasta 10 grados en la escala de Richter o vientos de hasta 700 kilómetros por hora. Si lo que te preocupa es la posibilidad de un tsunami o inundación, los bunkers de Terra Vivo garantizan su estanqueidad durante no menos de 500 horas. El tamaño y capacidad de los refugios varía según las necesidades del cliente. Los hay individuales (no olvides llevar contigo unos cuantos libros), para dos personas, o lo suficientemente grandes para que vivan cómodamente algunos cientos de personas. Los responsables de este emprendimiento aseguran que tienen un cliente -cuyo nombre permanece en reserva- que les ha encargado la construcción de un complejo casi 2000 metros cuadrados capaz de alojar 200 personas. No se sabe cuál ha sido el costo de semejante obra.
Si no posees el efectivo necesario para encargar tu bunker, puedes romper la hucha y conseguir los 25 mil dólares que la empresa está cobrando para hacerte un sitio en el refugio de 12 mil metros cuadrados que se está construyendo en el norte de los EE.UU. Los responsables de la obra aseguran que estará lista en 2011, y que unas 900 personas podrían alojarse cómodamente en el complejo. Para acceder a la lista de espera tienes que depositar 5 mil dólares, y el resto cuando esté terminado. “No debe importar el precio con tal de salvar tu vida”, dicen los vendedores de Terra Vivos cuando intentan venderte su producto. De hecho, están convencidos que sus refugios serán un verdadero éxito, y que cada millonario del planeta querrá tener uno. Por supuesto, una vez construido el refugio hay que pensar en dotarlo de los alimentos, agua y combustible necesarios para que cuando -esperemos que no llegue nunca ese día- que utilizarlo esté completamente equipado. Si no tienes tiempo de encargarte de hacer las compras, por unos 50.000 dólares adicionales -dependiendo el tamaño de tu bunker- la misma empresa se ocupa de llenar tu despensa. Por supuesto, cada cierto tiempo deberás tirar todo el contenido de la bodega a la basura y volver a llenarla con insumos frescos. Eso es parte del precio del ticket para seguir vivo en el futuro.
En caso de que hayas pensado en tener tu propio buker debes preguntarte: ¿Vale la pena -suponiendo que tuviésemos el dinero- hacer semejante inversión? Probablemente no. A pesar de que una habitación subterránea reforzada con concreto nos pueda ofrecer una respetable sensación de seguridad, lo cierto es que difícilmente tenga utilidad frente a un impacto directo de un arma nuclear o un meteorito. Si un gran terremoto afecta la zona donde está ubicado el bunker, quizás no lo destruya, pero es muy probable que modifique lo suficiente su entorno como para que jamas puedas volver a abrir su puerta. Otra posibilidad es que el evento catastrófico tenga lugar en otra zona del planeta, o lo suficientemente lejos de tu refugio como para que logres sobrevivir ese año dentro de él. Pero, ¿qué encontrarías cuando salgas? Si se ha desatado una guerra nuclear, es posible que el aire y la tierra estén tan contaminados que no te haya servido de nada ese año extra. Si la Tierra se ha sumido en un largo invierno nuclear culpa del impacto de un meteorito, tampoco lograras esquivar a la muerte por más que el refugio te haya protegido durante algún tiempo. Y si el incidente fue algún tipo de virus o ataque biológico, lo más probable es que el agente infeccioso siga allí fuera esperando a que abras la puerta.
Cualquier evento menos grave que los mencionados muy posiblemente te permitan sobrevivir sin necesidad de un refugio. Seguramente uno de estos refugios no sean más que el equivalente caro del té con cáscara de limón y una cucharada de miel que tomamos para combatir un resfriado: no va a sanarte, pero te deja la sensación de que has hecho algo para curarte. En este caso, quizás no te permita sobrevivir, pero tendrás una existencia más tranquila sintiendo que tu refugio estará allí en caso de emergencia.