En las conexiones Ethernet cotidianas es muy poco probable que se excedan los 100 megabits por segundo, no sólo por limitaciones de infraestructura, sino por la falta de una necesidad práctica para una velocidad mayor. Por supuesto, el hardware existente ya ofrece opciones que alcanzan y superan una velocidad de un gigabit por segundo, pero recién comienzan a brotar posibilidades que demanden superar los 100 megabits. Ahora, un grupo de investigadores australianos, daneses y chinos están en búsqueda de un nuevo umbral de velocidad, el terabit por segundo. ¿El resultado? Bueno, no se quedaron tan cortos que digamos.
¿Cómo lo lograron? Recurrieron a dos cosas relativamente conocidas: Fibra óptica y luz fueron la base, pero lo más raro del grupo fueron los chips creados a partir de un material conocido como calcogénido. Un calcogénido es un compuesto binario a partir de un calcógeno (cualquier elemento del grupo 16 de la tabla periódica) y un radical o elemento electropositivo. Los investigadores aclararon que no es muy complicado inyectar información a alta velocidad: Lo realmente difícil es obtener la información al otro lado, sin errores o pérdidas.
Hasta ahora, han alcanzado una velocidad de transferencia de 640 gigabits por segundo gracias al demultiplexado. Esto rompe actualmente todo límite conocido para transferencias Ethernet convencionales. De momento, la velocidad máxima a la que se puede obtener información no puede superar los 40 gigabits por segundo, y aún así se trata de un límite extremo. De todas formas, la velocidad es apenas uno de los logros. El punto fue probar que se podía lograr algo así, más allá del resultado final, o del límite que se espera alcanzar.
Todavía falta tiempo para que podamos ver algo parecido de forma tangible en un ordenador o un router. De hecho, se calcula que estamos a unos cuantos años de que la tecnología sea incluso viable para producción. Pero si ya se pudieron alcanzar estas velocidades en forma experimental, queda claro que el límite no es la tecnología, sino nosotros, que debemos estudiarla y desarrollarla lo suficiente como para que esté al alcance de todos. Esperamos que lo logren pronto.