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Telex: Proxy anti-censura para toda la Web

En este mismo instante hay muchos países que están restringiendo o bloqueando el acceso a determinados sitios en la Web por diferentes razones, aunque las políticas están a la cabeza de la lista. El método más común para sortear estas barreras es el de los servidores proxy, pero dichos servidores suelen brindar una solución temporal hasta que los gobiernos en cuestión logran bloquearlos. Sin embargo, este desarrollo de la Universidad de Michigan llamado Telex propone, a través de software y estaciones de cifrado especiales, convertir a la Web misma en un proxy gigantesco, derrotando a cualquier forma de censura.

Libertad de expresión, acceso irrestricto a la información. Desde reproducir un vídeo en YouTube hasta dejar un comentario en un blog. Estas son cosas que, como usuarios frecuentes de la Web que somos ya damos por hechas, pero hay lugares en este planeta donde ese “hecho’’, simplemente no existe. Recuerdo muy bien cómo desapareció de la Web la ciudad de El Cairo: Ni siquiera un simple “ping” podía llegar allí. Aún así, aquellos que iniciaron la rebelión encontraron formas de comunicarse con el resto del mundo. Twitter y los teléfonos móviles fueron críticos, pero se utilizaron hasta las viejas conexiones por módem telefónico para informar lo que estaba sucediendo. En la actualidad, países como China, Irán, Siria y Corea del Norte censuran activamente el acceso a Internet. Una opción muy utilizada para evadir esta censura es el servidor proxy, pero su efectividad es limitada. Un servidor proxy puede ser bloqueado en cuestión de horas, o incluso menos tiempo.

Ahora, surge otra alternativa. El profesor Alex Halderman de la Universidad de Michigan es uno de los desarrolladores del sistema conocido como Telex. Básicamente, lo que Telex hace es convertir a Internet en “un proxy para sí misma”. Su funcionamiento se divide en dos: Un cliente instalado en el ordenador a través del cual se desea acceder a un sitio bloqueado, y “estaciones especiales” conectadas a las rutas principales de la Web (backbones), por los proveedores de acceso ubicados fuera del país que aplica la censura. A modo de ejemplo, si te encuentras en China y quieres ingresar a YouTube, Telex tomará la dirección y la “disfrazará” (gracias a un proceso de cifrado) con algo permitido por la censura gubernamental. Las estaciones detectarán este disfraz, y mientras que el firewall local piensa que estás visitando algo “autorizado”, en realidad Telex permite en segundo plano el acceso al sitio bloqueado.

Lo primero que necesita Telex para funcionar por completo es el apoyo de los proveedores de Internet, instalando las estaciones correspondientes. La segunda mitad de la ecuación requiere que al menos una copia del cliente Telex pueda ser introducida a un país que aplica censura y que bien puede bloquear la descarga “normal” del cliente. Otro punto a tener en cuenta es que Telex no se enfoca en el anonimato, sino en evadir restricciones de acceso. El sistema apenas se encuentra en la fase de prototipo, y no está listo para el usuario final, pero esperamos que eso cambie pronto. Claro que, si los gobiernos no pueden parar a Telex, aún tendrán una opción disponible si la censura no tiene precio: Hacer lo mismo que pasó con El Cairo, y “amputar” la Web.

Escrito por Lisandro Pardo

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