El acceso remoto a un ordenador representa una utilidad formidable a la hora de recurrir a información de la cual no se tiene una copia alterna, o un respaldo almacenado en la web. También sirve para sacar del apuro a alguien que no puede solucionar un problema repentino. Hay muchos programas que permiten esta clase de acceso, pero hoy le damos una mirada a uno que, además de funcionar bien, no cuesta un centavo.
Imagina esto: Una persona debe salir corriendo, tratando de no llegar tarde al trabajo, o a ese lugar que necesita su presencia de manera crítica. Lleva consigo su portátil, pero al llegar descubre que ese documento que debía usar o presentar, no está por ninguna parte. Por alguna razón olvidó de copiarlo a la portátil, y al levantar la vista de la pantalla comprende de manera impactante que se encuentra demasiado lejos de su ordenador de escritorio. En la gran mayoría de los casos, la víctima comienza a correr alrededor de la primera mesa que encuentra, tomándose los cabellos en un ataque de desesperación y con una expresión aterradora en su rostro.
Después de la debacle, esta persona comienza a considerar si existe o no alguna manera de poder acceder al ordenador en su hogar de forma remota. No le importa que deba dejar el ordenador encendido hasta que regrese, ya que tampoco estará ausente mucho tiempo; sólo quiere poder acceder a sus archivos y consultar información. Bueno, el punto es que sí hay una manera. La utilización de redes privadas virtuales puede rescatar del desastre a nuestra víctima teórica. Hace un tiempo explicamos aquí cómo crear una de estas redes usando el programa Hamachi. Pero se puede ir más allá, obteniendo acceso directo al ordenador remoto, y usarlo como si estuviéramos frente a él.
Los programas que pueden lograr esto son, usualmente, bastante costosos. Pero aún así existen alternativas o versiones paralelas de ellos que son completamente gratis. Uno de los mencionados es TeamViewer. Ejecutando un pequeño cliente en el ordenador remoto, y ejecutando la aplicación en la portátil, podrás acceder de manera total a tu ordenador, sin restricciones de ningún tipo (salvo el obvio detalle de no haber una conexión de Internet inalámbrica en las proximidades de la portátil, o que repentinamente el ordenador remoto se quede sin conexión por causas de fuerza mayor).
En la página de TeamViewer tienes para descargas dos cosas: El programa completo, y el módulo de cliente. No es necesario tener que instalar el programa en los dos ordenadores. De hecho, para que la cosa funcione ni siquiera es necesario instalarlo. El cliente se ejecuta de forma directa, sin ningún instalador de por medio, y el programa completo te da a elegir entre instalarlo permanentemente, o ejecutarlo para usarlo en esa sesión.
Cuando ejecutes el cliente por primera vez, generará un ID para tu ordenador, y una contraseña. La contraseña se regenera cada vez que corres el cliente, por lo que saber la contraseña te servirá para una sola sesión. Puede resultar incómodo para algunos, pero incrementa la seguridad y la reserva con la que se realiza la conexión. El cliente tiene algunas opciones extra de configuración, como habilitar el sistema de logs, y usar un servidor proxy para lograr acceso a Internet. Sólo déjalo corriendo, y eso será todo.
De lado en donde tú estés (puede ser llevando una portátil, o estando en otro ordenador) puedes instalar el programa en el disco duro, o usar la opción para ejecutarlo de manera dinámica. Esto es especialmente útil si no se tienen privilegios de administrador para instalar programas. Al ingresar, generará un ID y una contraseña para el ordenador local, pero también verás la sección de acceso a la terminal remota. Sólo ingresa el ID del ordenador en tu hogar, escoge el modo (Soporte remoto te dará control total sobre tu ordenador) y espera a que se conecte. Luego, te pedirá la contraseña (todas las que ha generado para nosotros fueron de cuatro dígitos, sencillas de recordar), y si quieres ajustar el nivel de control de acceso, puedes hacerlo haciendo clic en la flecha, para desplegar la opción.
Unos segundos después, se creará una ventana en la que verás el escritorio de tu ordenador. Puedes controlar el ratón y escribir con el teclado tal y como si estuvieras frente a él. La pantalla se muestra con una paleta de 8 bits para reducir la demanda de ancho de banda, pero no es algo que afecte gravemente su funcionamiento, y puedes ajustarlo a través de la opción Ver.
En la sección Acciones puedes cambiar de roles en el caso de que lo necesites, pero lo más valioso de este programa, además de poder controlar todo en tu ordenador de manera remota, es el sistema de transferencia de archivos. Su apariencia es similar a la de un cliente FTP, pero mucho más sencilla. Sólo debes escoger los archivos que deseas transferir, y usar las opciones Enviar o Recibir. En nuestra prueba, nos sorprendió lo rápido que transferimos un archivo de nueve megabytes, pero eso dependerá de qué tan rápida sea la conexión de Internet a la que estés accediendo.
Para cerrar la sesión, sólo basta hacer un clic en la cruz del menú superior. Verás una pequeña ventana recordándote que se trata de un programa gratis, siempre y cuando lo uses de manera personal. Esa ventana también aparecerá del lado del ordenador remoto, y cuando regreses y cierres el programa, te enseñará una ventana más promocionando la versión completa.
En conclusión, el programa es excelente. Pudimos hacer todo lo que teníamos planeado con él, y que aparezcan un par de ventanas promocionándolo al finalizar una sesión (que son internas del programa, no instala ningún software adicional) a cambio de poder usarlo gratuitamente, es un trato bastante justo. Su único punto flojo es el costo de las versiones completas. Los precios van desde €159 por una licencia de seis meses, hasta €968 por una licencia Premium ilimitada (son precios de promoción que terminan al final de este mes). Las diferencias entre las versiones involucran una conexión más rápida entre terminales, la habilitación para uso comercial, y un soporte especial en caso de que haya problemas (que por cierto no tuvimos ninguno, aún pasando a través de un router y dos firewalls). Sólo recuerda dejar encendido tu ordenador y con el cliente corriendo, y puede que eso te evite tener un ataque de nervios la próxima vez que olvides un archivo. Y si usas una Mac, no te preocupes, TeamViewer es compatible con la manzana. ¡Buena suerte!