Pues parece que es cierto, el reconocido científico británico, padre de la física moderna y la astronomía, predijo que el mundo acabaría en el 2060 en una carta que se reveló en Jerusalén el domingo.
La carta en cuestión fue escrita en 1704, y es parte de una serie de papeles del afamado científico que guardaba un coleccionista. Fue mostrada en una exhibición titulada “Los secretos de Newton” en la Universidad Hebrea de Jerusalén, siendo la primera vez que la carta se muestra en público desde 1969.
Newton era un racionalista, y sin embargo un profundo creyente cristiano. Sus cálculos para determinar el fin del mundo se basan en los versos del Libro de Daniel de la Biblia. Su conclusión fue que el mundo terminaría 1260 años después de la fundación del Imperio Romano en Europa Occidental en 800 DC.
Aunque este científico haya aportado fundamentos básicos para la ciencia moderna, se sabe que tenía intereses específicos en supersticiones de su tiempo, que a la fecha han sido completamente desterradas por la ciencia moderna. Por otra parte, se sabe que Newton pasó 4 años preparando trabajos sobre la alquimia en 1670. ¿Se puede concluir que una visión científica del fin del mundo es considerable, aún estando basada en texto bíblico? ¿Se puede establecer que Newton haya escrito su carta en el estricto sentido de la ciencia, habiendo estado interesado en superstición y alquimia?
¿Qué es lo que predice la carta en sí? ¿Podría ser un fin a manos de la ciencia, los robots, tecnología o grandes enfermedades; o alguno de los aspectos que cubrimos en nuestra última revista? Uno puede esperar muchas cosas para el fin del mundo, a mano de eventos externos o por mano propia de la autodestrucción del ser humano. Sin embargo, analizando las predicciones del Libro de Daniel y las Revelaciones, más la consabida dualidad que presenta la frase “El fin del mundo” (El fin de un mundo tal cual lo conocemos – que no implica la destrucción, sino el inicio de una nueva era – o el fin del mundo porque no habrá más mundo en el cual estar), lo más probable es que la carta de Newton refiera a la revolución religiosa: el reestablecimiento de una Iglesia verdadera, o la famosa segunda venida del Mesías.
Vaya panorama a considerar, que ya no podemos ni tomar en serio las predicciones de un científico.