Recuerdas a la Nintendo PlayStation, ¿verdad? Hablo de la famosa consola híbrida que Sony y Nintendo presentaron oficialmente en el CES de 1991… y que Nintendo tiró por la borda 24 horas después al firmar un acuerdo con Philips. El único prototipo funcional conocido se vendió en 2020 por más de 350 mil dólares, un valor demasiado salado para la mayoría. Eso incluye a James del James Channel, quien decidió construir su propia versión de la Nintendo PlayStation… con todo el caos y la improvisación que lo caracterizan.
La atención al detalle es esencial para cualquier entusiasta del retrohardware y el DIY que quiera reconstruir una consola. Algunos se apoyan en la impresión 3D para crear nuevas carcasas, otros siguen la ruta de los PCBs personalizados, y nunca faltan proyectos que combinan lo mejor de ambos mundos. Sin embargo, también están los que abrazan el caos, y James del James Channel es uno de ellos. James es un coleccionista serio, y recientemente nos enseñó la Samsung Gam*Boy que Samsung y Sega vendieron en Corea del Sur, pero esta vez James decidió construir una Nintendo PlayStation… con amoladora y taladro.
La «Nintendo PlayStation» más caótica que hayas visto
Básicamente, un par de años atrás James recibió «media» PlayStation, y conservó la carcasa de una Super Famicom (cuyas entrañas fueron utilizadas en un vídeo anterior). La fuente de alimentación de la PlayStation necesitó reparaciones mínimas (un cambio de condensador), pero la buena noticia para este «proyecto» es que aún podemos obtener unidades ópticas compatibles. Su calidad es cuestionable en el mejor de los casos, pero esta unidad funciona «bien», más allá de algunas rayas en un disco, y varios roces.
El resto quedó a merced de una amoladora… y no exagero. James cortó, adaptó, cortó de nuevo, alargó cables y volvió a cortar hasta que todo encajó dentro de la carcasa. Ni la placa base ni la fuente de alimentación lograron escapar a la amoladora. El interruptor original de la Super Famicom pasó de «cortar» 9 voltios a 240… y funcionó lo mismo.
El último toque fue instalar la unidad óptica de la PS1 por fuera de la carcasa, o sea que parte del disco aprovecha el espacio para los cartuchos. En resumen, cualquiera que espere un trabajo preciso o que respete la integridad del equipo original, no lo encontrará aquí. El James Channel es como una especie de «ElectroBOOM» para el retrohardware, y no será la última vez que veamos esta clase de cirugía extrema.