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Tatuajes programables

La posibilidad de implantar una pantalla táctil flexible debajo de la piel podría cambiar la forma en que nos comunicamos. Mas allá de las posibilidades estéticas que puede brindar un tatuaje programable, su capacidad para mostrar constantes vitales haría de este tipo de tatuajes un “biogadget” indispensable.

Microesferas o nanotubos darian vida a los displays.

Varios animales, como los camaleones y los calamares pueden cambiar el color de su piel para adaptarse a los colores y texturas de su entorno. Un grupo de células especializadas en su piel, llamadas cromatóforos, modifican la forma en que el animal refleja la luz. Esto les permite, además de camuflarse, comunicarse con sus pares y expresar incluso sus estados de animo.

Esta podría dejar de ser una característica propia de estos animales, gracias a una nueva generación de tatuajes programables. A diferencia de los tradicionales, que solo cambian el color de regiones de la piel de forma permanente, estos tatuajes serian transitorios e incluso animados. Podrían cambiar por completo la forma de expresarnos, de comunicar nuestros pensamientos e incluso mostrar parámetros médicos relacionados con nuestra salud.

Detrás de estos extraños tatuajes se encuentra la artista Gina Miller (también conocida como "nanogirl"), que propone implantar una pantalla justo debajo de la superficie de la epidermis para que su luz sea visible a través de piel. Gina cree que el mejor lugar para estos implantes son la parte posterior de la mano o el antebrazo.

Esta "pantalla dérmica" constaría de alrededor de tres mil millones de nanorobots emisores de luz, capaces de reordenarse para mostrar palabras y números, generando de esta manera animaciones en la pantalla. Para activar y controlar la pantalla, simplemente bastaría con tocarla con los dedos. Por supuesto, estos nanorobots aún no se han creado. Pero no es la única forma de conseguir un tatuaje programable.

Cuando se piensa en un implante debajo de la piel, cuando más delgado y flexible sea este mas cómodo resultara para su dueño. En este sentido, un polímero flexible, infundido con miles de millones de nanotubos de carbono podría constituir la pantalla ideal. Los nanotubos son excelentes conductores eléctricos y varios centros de investigación están estudiando su uso para la fabricación de pantallas flexibles.

Finalmente, una técnica que utiliza tintas especiales para crear tatuajes subcutáneos fue patentada recientemente. Se basa en microesferas inyectadas bajo la piel. Estas esferas se comportan como la "tinta digital" empleadas en el papel electrónico que ha dado vida a populares lectores de eBooks. Un conjunto de electrodos aplicados a la piel manipularían la imagen tatuaje eléctricamente.

Si tenemos en cuenta que el implante de componentes electrónicos dentro del cuerpo humano es una técnica que ya no tiene secretos (basta con recordar la cantidad de años que llevamos implantando marcapasos, por ejemplo), resulta bastante fácil imaginar el potencial de este tipo de tatuajes inteligentes.

A cualquiera de las pantallas propuestas podría conectarse un pequeño dispositivo electrónico, implantado también dentro del cuerpo del usuario. La tecnología que utilizamos para construir nuestros pequeños gadgets podría dar vida al “cerebro” de estos tatuajes. Solo basta con imaginar las posibilidades que brindaría una conexión WiFi, un módulo de telefonía móvil, un módulo receptor GPS o un administrador de datos personales (un PIM) a una pantalla táctil implantada en, por ejemplo, nuestro antebrazo.

Podría obtener la energía necesaria para funcionar a partir de alguno de los sistemas de generación de electricidad a partir del movimiento o del calor del cuerpo humano, ya que en principio este tipo de pantallas, especialmente las que tecnológicamente son similares a las empleadas en los eBook Readers, consumen muy poca energía.

Pero además de utilizarse como un reemplazo imposible de olvidarse en casa de nuestros gadgets actuales, un tatuaje programable podría ser muy útil como monitor de nuestros signos vitales. Imagina por un momento un rincón de tu piel que muestre constantemente tu temperatura, frecuencia cardiaca, porcentaje de alcohol en la sangre o tu presión arterial. En caso de una emergencia medica, esta información podría ser la diferencia entre la vida y la muerte del paciente.

A pesar de sus dificultades tecnológicas y del posible rechazo que podrían provocar en algunas personas, este tipo de tatuajes suponen una excelente oportunidad de negocio para aquella empresa que logre poner en el mercado un modelo funcional. Seguramente, no pasará mucho tiempo antes de que veamos algún modelo en las calles.

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Escrito por Ariel Palazzesi

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