Ya hemos visto cómo la realidad aumentada podía darle sabor a una galleta, pero ahora investigadores en la Universidad de Keio buscan intensificar el sabor de los dulces con TagCandy. Este dispositivo utiliza una tecnología similar al principio de la realidad aumentada que mediante vibraciones es capaz de recrear sensaciones como el crujir de una manzana y algunos que no se pueden lograr en la realidad como “fuegos artificiales y aviones”. No nos mires a nosotros, lo dijeron ellos.
En el pasado habíamos visto cómo la realidad aumentada podía cambiar el gusto de las galletitas, acudiendo a experiencias y preconceptos de las personas. Ahora, investigadores en la Universidad de Keio han encontrado la manera de aumentar el sabor de los dulces con el mismo principio. Bajo el nombre TagCandy, se usa un dispositivo que vibra donde se introduce una paleta y es capaz de intensificar el sabor de dicho dulce.
Cuando la boca del usuario toca el dulce, uno de los sensores detecta la acción y pasa la información al vibrador, que a continuación produce varias sensaciones (dependiendo de la elección del usuario) para aumentar el gusto. Es cierto que no es realidad aumentada como la conocemos, pero el principio es muy similar. Según sus creadores, la vibración puede representar sensaciones tradicionales como una manzana crujiente y hasta algunas que no pueden ser alcanzadas en la realidad, como fuegos artificiales y aviones. Sí, eso fue lo que dijeron, pero sin adentrarse en el tema lamentablemente.
El dispositivo también es capaz de detectar cuando muerdes el chupetín y envía un sonido a través de los huesos que escuchas retumbar en tu cabeza. El TagCandy estuvo presente en la SFC Open Research Forum 2010, donde quienes probaron las sensaciones reproducidas por el dispositivo las tildaron de realísticas y, divertidas, en el caso de aquellas que no pueden ser logradas en la realidad como la “sensación de fuegos artificiales”.
Por el momento los desarrolladores están buscando mejorar el sensor para que pueda detectar otro tipo de interacciones con el dulce, para que el dispositivo pueda dar otras respuestas en la forma de distintos tipos de vibraciones. Finalmente, tienen la idea de compartir sensaciones por Internet, para comprar un dulce sin sabor en una tienda y luego descargar diferentes tipos de sensaciones. Tal vez esto último sea un poco difícil de lograr, pero sigue siendo una idea… interesante, por describirlo de alguna manera.