El apetito de la Web por los rumores no le permitió al gigante de Redmond ocultar todos los detalles sobre el gran evento que llevó a cabo ayer, y la filtración principal hablaba de un nuevo miembro en formato AIO para la familia Surface. Sin embargo, el Surface Studio es mucho más que eso. Con una pantalla gigante, accesorios de primera línea, un diseño de «geometría variable» y especificaciones de hardware respetables, el Surface Studio no sólo se perfila como un sólido «primer ordenador de escritorio» por parte de Microsoft, sino también como el primer sistema «anti-iMac» del mercado.
Antes de comenzar, una pequeña pregunta «con trampa»: ¿Recuerdan al Microsoft Surface? La pregunta no hace referencia a la actual línea de productos que ofrece Redmond, sino al híbrido entre ordenador y mesa interactiva anunciado en mayo de 2007. Con el paso de los años, «ese» Surface se convirtió en PixelSense, pero lo que deseo remarcar aquí es que Microsoft lleva casi una década jugando con el reconocimiento de objetos y superficies inteligentes. En su momento nos preguntamos cuánto tiempo debería pasar para que aquel Surface llegue a hogares y oficinas. Bueno… Microsoft nos dio la respuesta ayer con el Surface Studio. La historia dirá que es el primer ordenador de escritorio de la compañía, pero en los ojos de los usuarios, se ubica muy por arriba de esa descripción genérica.
Lo primero a destacar del Surface Studio es su tamaño. Los componentes principales del sistema se encuentran almacenados en un volumen relativamente pequeño, pero la pantalla es algo así como el primo lejano de un portaaviones: 28 pulgadas, 4.500 por 3.000 píxeles en formato 3:2, y soporte multi-touch con diez puntos simultáneos. De los 9.5 kilogramos que pesa el Surface Studio, 6.1 pertenecen a la pantalla. La máquina ya es impresionante en su «modo de escritorio», sin embargo, la llamada «Bisagra Zero Gravity» permite al usuario modificar con una facilidad extrema el ángulo de la pantalla (hasta un mínimo de 20 grados) para pasar al «modo estudio» y comenzar a dibujar. Por supuesto, esto implica la presencia de un stylus, aunque hay un elemento más en la ecuación, y es el Surface Dial. Control de volumen, botón auxiliar, menú con funciones avanzadas, «sello digital» que duplica elementos… la lista sigue. El Dial funciona sobre la pantalla o fuera de ella, y Microsoft anticipó que habrá un API para que los desarrolladores puedan añadir soporte a sus productos.
Si nos enfocamos un poco más en el hardware interno del Surface Studio, veremos chips Intel Core i5 e i7 de sexta generación, acompañados por chips gráficos Nvidia GeForce GTX 965M y 980M, memoria RAM que va de los 8 a los 32 GB, y opciones de almacenamiento híbrido en 1 o 2 TB (disco duro con un SSD como caché). Para cerrar, he pedido y buscado las opiniones de aquellos a los que Microsoft busca seducir con este ordenador: Diseñadores, dibujantes, arquitectos, ingenieros. Creadores, en una palabra. Algunos vieron el keynote, otros se limitaron a la publicidad, y las respuestas, para mi sorpresa, son bastante similares: La iMac ya no está sola en el ruedo. Otros agregaron que es el fin de la familia Wacom Cintiq, a menos que adopte un precio mucho más agresivo. Y en cuanto a precio se refiere… el Surface Studio va sin anestesia: 2.999, 3.499 y 4.199 dólares, dependiendo de la configuración.
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