Cada vez que nos es posible aquí en NeoTeo mencionamos que la temperatura es el gran enemigo a vencer en cualquier ordenador. Si algo así puede ser especialmente difícil en un sistema de escritorio, imaginen las soluciones de refrigeración que deben utilizar superordenadores y centros de datos para mantenerse en funcionamiento. Sin embargo, un proyecto llevado a cabo por IBM y la universidad FTH Zurich está utilizando una técnica que aprovecha el exceso de calor en los superordenadores, convirtiéndolo en una fuente de calefacción para un edificio.
Si por alguna razón no están del todo convencidos de los problemas que puede causar un exceso de temperatura dentro de un ordenador, recomendamos que den un vistazo a nuestra reciente galería de capacitores volados. Al igual que sucede con los líquidos en general, el calor y la electrónica no se llevan necesariamente bien. Existen varias formas de mantener a un ordenador en la temperatura adecuada, pero cuando hablamos de superordenadores o bases de datos gigantescas, se necesita mucho más que un par de coolers. Los ambientes climatizados son la regla y no la excepción, con sistemas de aire acondicionado funcionando constantemente. La mitad de la energía en un centro de datos promedio se consume en sistemas de enfriamiento, por lo tanto, cualquier factor de eficiencia que se puede implementar es sin dudas bienvenido. Una aproximación más que ingeniosa implica utilizar a ese exceso de calor generado por los sistemas como método de calefacción para un edificio, de acuerdo a lo desarrollado por IBM y la universidad FTH Zurich.
El superordenador de prueba conocido como Aquasar fue puesto en línea el jueves pasado, y a diferencia de sus sistemas gemelos, utiliza refrigeración líquida. Compuesto por dos servidores IBM BladeCenter instalados en un solo rack, este pequeño monstruo puede jalar seis teraflops con sus entrañas. El núcleo del sistema cuenta con un esquema de refrigeración utilizando agua, a través de pequeñas tuberías conectadas a los procesadores. Cada uno de estos tubos se conecta con la tubería principal instalada en el rack, que a su vez está conectada a la red de agua en el edificio. El agua entra en circulación y enfría los procesadores, para luego ser enviada desde el rack al sistema de losa radiante instalado bajo el suelo. Un intercambiador de calor se encarga de extraer del agua el exceso de calor proveniente de los procesadores, calefaccionando el ambiente, y al mismo tiempo enviando agua fría para repetir el ciclo.
El proyecto apunta a demostrar que es posible utilizar esta clase de sistemas con refrigeración líquida, y los números hasta ahora son muy prometedores. De acuerdo a los estimados de IBM, el sistema refrigerado con agua utiliza un cuarenta por ciento menos de energía, consumiendo aproximadamente 20 kilovatios. Pero eso no es todo: Conectado al sistema de calefacción del edificio, sería posible reducir la huella de carbono en un impresionante 85 por ciento. Aunque la utilización del calor desperdiciado por los superordenadores no es algo necesariamente nuevo, es interesante ver cómo se puede implementar un sistema tal que haga a los edificios que guardan a estos monstruos mucho más sustentables en materia energética de lo que ya son. Tal vez no sea el caso de los superordenadores, pero los centros de datos se mantienen en línea durante meses sin interrupciones (salvo aquellas programadas), y tanto su eficiencia como la falta de ella suelen volverse efectos acumulativos. Tal vez, en un futuro cercano, todos estos sistemas cuenten con refrigeración con agua, pero habrá que tener en cuenta otros aspectos, como la complejidad en la instalación, su costo y por supuesto, el estricto mantenimiento. Nadie quiere una fuga de agua dentro de un superordenador…
Pues me parece una medida estupenda.
Esto es arquitectura!!! Es una lástima que no sea para nada imitable.. Aunque yo tengo un par de Pentium2 tiradas por ahí.. Voy a ver si las conecto en "serie" y calefacciono la cucha de mi cobayo.