Los coches eléctricos han mejorado mucho en los últimos años, pero la mayoría de los modelos populares siguen dependiendo en gran medida de la red eléctrica para restaurar sus baterías. Los coches solares parecen estar un poco alejados de todo esto, sin embargo, la situación podría cambiar para bien gracias al Sunswift eVe, un vehículo diseñado por estudiantes australianos, que estará en las calles el año entrante.
Elon Musk lo dijo sin ningún rodeo: El verdadero oponente del coche eléctrico no es otro más que el coche tradicional de combustión interna. Las fábricas no sólo están produciendo vehículos como siempre, sino que es posible detectar un aumento en el volumen, a través de detalles como el salto en el precio del aluminio. Las nuevas regulaciones demandan coches mucho más eficientes, y el primer atajo de sus creadores es reducir el peso, lo que coloca presión adicional sobre el metal. Mientras tanto, existe una variante entre los coches eléctricos que busca incrementar su protagonismo. Entiendo muy bien que no todos los conductores simpatizan con la idea de tener paneles solares en los techos de sus coches, pero lentamente, función y estética comienzan a encontrar puntos en común.
Con eso en mente nos vamos a Australia, tierra del Sunswift eVe, desarrollado por un grupo de estudiantes estacionados en la Universidad de New South Wales. El Sunswift eVe dejó de ser un simple proyecto universitario para convertirse en todo un embajador entre los coches solares. Posee el récord mundial de velocidad en larga distancia, al sostener un promedio de cien kilómetros por hora sobre una distancia de 500 kilómetros, usando una sola carga de sus baterías, sin asistencia solar. Previamente, el Sunswift eVe llegó a un tope de 132 kilómetros por hora, y sólo basta que reciba la certificación oficial de la FIA. Ahora, sus creadores esperan que el coche pueda ser autorizado para circular por las calles como un modelo más en 2015.
En estos momentos, el interior del Sunswift eVe es muy básico, pero aún así se da el lujo de proveer dos asientos para adultos, todo bajo un peso de 317 kilogramos. La red de paneles solares asciende a 800 vatios, y si permanece al sol ocho horas, la recarga brindará dos horas adicionales de autonomía. Técnicamente, los paneles tienen la capacidad de recargar las baterías mientras el vehículo está en movimiento, aunque la relación entre carga y descarga es definitivamente negativa. Por suerte, hay mucho espacio para mejorar. Sus motores podrían volverse más livianos y eficientes en el futuro, al igual que su pack de baterías Panasonic, que se ubica por arriba de los sesenta kilogramos. Espero ver más sobre este coche solar.
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