El periodista David E. Sanger, del New York Times, acaba de revelar que el gobierno de Estados Unidos junto con el de Israel fueron los responsables del desarrollo del virus informático “Stuxnet“, con el que se atacó de forma cibernética instalaciones nucleares en Irán. Si bien seguramente más de cuatro lectores de NeoTeo suponían que algo así había ocurrido, el trabajo de Sanger aporta pruebas de este hecho, y desvela un programa secreto con el nombre clave de “Juegos Olímpicos” que se remonta a la administración de George W. Bush.
No eran pocos los que sospechaban de que algo así podía ocurrir, pero nadie -hasta ahora- había sido capaz de aportar pruebas que avalasen esa versión. Todo a cambiado gracias al bombazo informativo que ha lanzado el periodista David E. Sanger al publicar un artículo nada más ni nada menos que en el prestigioso diario New York Times, en el que se desvela como el gobierno de su país, junto al de Israel, desarrollaron el virus informático “Stuxnet“, con el que se atacó de forma cibernética las instalaciones nucleares en Irán. El artículo en realidad es el resumen de un libro intitulado “Confronta y esconde: Las guerras secretas de Obama y el sorpresivo uso de poder estadounidense” que Sanger espera publicar en las próximas semanas. Según esa nota, el presidente Obama avaló y aceleró un programa secreto denominado “Juegos Olímpicos”, lanzado por su predecesor George W. Bush, cuyo objetivo final era el desarrollo de virus informáticos destinados a atacar el programa de enriquecimiento de uranio de Irán.
De hecho, cuando se conocieron detalles del virus Stuxnet, algunos especialistas entre los que se encontraban ingenieros de la empresa de seguridad Kaspersky dieron a entender que detrás del ataque a la planta nuclear Natanz en Iran sólo había sido posible gracias a la ayuda de algún gobierno, pero en realidad nadie se había atrevido a asegurarlo públicamente. Recordemos que Stuxnet, a diferencia de otros programas del tipo “malware” que vemos habitualmente, tenía un blanco muy específico y concretamente se dedicaba a buscar unos dispositivos de Siemens utilizados para controlar las centrifugadoras utilizadas en Irán para el enriquecimiento de uranio. La idea detrás de este virus era provocar un mal funcionamiento de estos aparatos, estropeándolos y retrasando el programa nuclear de ese país. Los expertos de Kaspersky dedujeron que el Stuxnet era capaz de variar la velocidad de giro de estas máquinas, provocando fallos en el sistema. Aparentemente, el 20% de las centrifugadoras del complejo de Natanz quedaron fuera de servicio culpa de este virus, que consiguió pasar desapercibido durante dos años, hasta ser descubierto en 2010.
Obviamente, la idea detrás de un engendro como Stuxnet es muy simple: afectar al enemigo sin que se lleve a cabo una acción militar abierta. Durante años los expertos estadounidenses hicieron declaraciones sobre la posibilidad de que en el futuro tuviesen lugar acciones de este tipo, algo que ahora, a la luz de los hechos, parece tener un sólido fundamento: estaban hablando de una posibilidad real, refiriéndose a un problema que conocían perfectamente bien, ya que ese país estaba trabajando activamente (desde hace años) en un proyecto de esta naturaleza. Sin embargo, y a pasar de todo lo expresado por David E. Sanger, el malware “Flame”, recientemente descubierto por Kaspersky, no habría sido desarrollado en el mismo marco que el Stuxnet. Está claro que éste será un tema caliente durante los próximos meses.