Las alucinaciones y la tecnología han desarrollado muchos vínculos en los últimos años. Hace un tiempo hablamos sobre la relación entre el LSD y Silicon Valley, pero lo que tenemos aquí hoy no requiere de ninguna sustancia, sino de un dispositivo iOS compatible. La aplicación se llama Strobe Illusion, y de acuerdo a la configuración que escojas, verás ilusiones ópticas basadas en diferentes patrones.
Todavía estamos tratando de entender qué define en verdad a una droga. ¿Acaso se usa la palabra “droga” solamente para resaltar sus aspectos negativos? Desde un punto de vista técnico, tanto el café como el vino son drogas, pero no se los llama así cotidianamente. Poco tiempo atrás hablamos sobre las propiedades anticancerosas de la marihuana, a la que el gobierno estadounidense coloca de forma arbitraria a la par de la heroína. Y tampoco debemos olvidar el potencial terapéutico del LSD, que fue sometido a un estudio formal después de cuarenta años. Pero también están las “drogas virtuales”. Dicho de otra manera, reproducir el efecto por vías tecnológicas, sin consumir una sustancia. Parpadeo estroboscópico, ruido rosa, ritmos binaurales, y hasta un LSD digital asistido por realidad virtual son algunos de los ejemplos que han desfilado por aquí. Las drogas virtuales inevitablemente llegaron a los dispositivos móviles, y una aplicación que sirve como referencia es Strobe Illusion, disponible para productos Apple… lo cual tiene un toque irónico después de todo.
Básicamente, la aplicación repite un patrón constante y en la misma dirección, que el usuario debe observar de cerca “y” exactamente en el centro por 30 segundos. Al mover la vista hacia otra parte, la ilusión hace que los objetos cambien de forma y tamaño por un momento (en promedio unos diez o quince segundos), hasta que el cerebro logra adaptarse otra vez. No es más que una reproducción digital del “efecto cascada”, documentado a través de los siglos por diferentes eruditos, incluyendo al propio Aristóteles. La adaptación neural a un estímulo en constante movimiento se extiende por algunos segundos al cambiar hacia un estímulo estático, provocando la ilusión en cuestión.
He probado esto media docena de veces, y la “alucinación” no duró más de diez o doce segundos, aunque esto es un cálculo personal sin rigor científico. La página oficial de Strobe Illusion te permite probar un patrón sin costo alguno, pero si quieres tener esto en tu iPhone, la aplicación tiene un precio básico de 99 centavos de dólar. Imagino que su efectividad debe ser más amplia si se ejecuta sobre un iPad, y en cuanto a advertencias se refiere, aquellas personas que sufran de epilepsia fotosensible tal vez prefieran evitar esta clase de estímulo. Seguridad ante todo.