El proceso de colocar carga en órbita utilizando lanzamientos aéreos es una alternativa muy interesante, ya que permite (entre otras cosas) reducir la llamada primera etapa de un cohete tradicional. La limitación principal no es otra más que el tamaño del avión, pero el cofundador de Microsoft Paul Allen, ahora al timón de la compañía Stratolaunch Systems, planea solucionar ese problema con el avión más grande del mundo. Su envergadura es de 117 metros, y se espera que comience su actividad comercial en 2020.
Por más que Elon Musk y SpaceX se roben todos los titulares con sus actividades, lo cierto es que esa no es la única manera de lanzar cohetes y colocar satélites en órbita. El concepto de lanzamiento aéreo lleva décadas entre nosotros, y uno de los mejores ejemplares es el cohete Pegasus XL desarrollado por Orbital ATK. El Pegasus XL no registra ni una sola falla desde el año 1997, pero en estos momentos está limitado por la cantidad de lanzaderas compatibles (Orbital ATK utiliza un Lockheed L-1011 modificado), y el tamaño de las mismas. Elon Musk dejó en claro que no tiene ninguna simpatía por los lanzamientos aéreos, pero hay otro multimillonario que sí los ve como una opción viable, y es nada menos que Paul Allen, cofundador de Microsoft. La historia nos dice que Allen fundó a Vulcan Inc., de la cual surgió Vulcan Aerospace, y que a su vez tiene como subsidiaria a Stratolaunch Systems. Esa cadena de compañías, acaba de presentar a esta bestia:
Se lo conoce mucho mejor como Stratolaunch, pero su nombre técnico es Scaled Composites Modelo 351. Si la parte de «Scaled Composites» suena familiar, es porque se trata del mismo fabricante a cargo de las aeronaves que utiliza Virgin Galactic. La primera vez que Allen habló sobre el Stratolaunch fue en el año 2011, y en teoría, los primeros vuelos de prueba debieron comenzar el año pasado, sin embargo, todo parece indicar que la espera será un poco más larga. Aún así, la demora vale la pena. Con una envergadura de 117 metros, el Stratolaunch es el avión más grande del planeta. Está basado en una configuración de fuselajes gemelos, utiliza seis turbinas Pratt & Whitney PW4056 (las mismas del Boeing 747-400), y su alcance es de 3.700 kilómetros.
Una vez que alcanza los 11 mil metros de altitud, todo lo que tiene que hacer el Stratolaunch es liberar a los cohetes Pegasus XL, y sí, el plural es a propósito. El arte original nos muestra al avión con tres cohetes acoplados, y si todo sale bien, el precio de colocar astronautas en órbita será más bajo del que Rusia le pide hoy a los Estados Unidos.