¿Quién no ha pensado en algún momento que la música parece «enlatada»? Hay varias formas de interactuar con ella para alejar esa sensación (incluyendo cantar y bailar), pero una manera muy popular de romper los límites hoy es mezclando su contenido una y otra vez. STEMS es un nuevo formato de audio desarrollado por Native Instruments que busca hacer más sencillo ese proceso. En esencia, cada canción con STEMS posee cuatro pistas internas que se pueden mezclar, cortar, silenciar y reemplazar a gusto.
Lo admito: Debería escuchar más música. Spotify permanece en un rincón acumulando polvo digital, y después uno se encuentra con cosas como este vídeo, que confirma (a mí parecer, al menos) la drástica caída en la calidad de la música actual. En ese punto es cuando aparecen las mezclas, «remixes» si lo prefieren así. La fórmula de «cortar, pegar, mezclar» ha dado lugar a toda clase de proyectos, algunos muy interesantes, y otros destinados a perderse en el olvido. La competencia en este mercado parece ser feroz, y existe una amplia cantidad de comentarios en la Web explorando las ofertas de dos compañías, Ableton y Native Instruments, quien nos reúne aquí con el anuncio de un nuevo formato de audio, bautizado STEMS.
A simple vista, una canción STEMS se reproduce como cualquier otra pista de audio bajo el contenedor MP4, pero cuando es abierta con un programa compatible (cito aquí al paquete Traktor, de la misma compañía), el usuario encontrará el contenido dividido en cuatro pistas diferentes. El aspecto más interesante de STEMS es que será completamente abierto, con instrucciones para crear, editar y reproducir archivos. Como si eso fuera poco, Native Instruments no demandará ninguna clase de pago para su uso personal o comercial. El hecho de que sea un formato abierto debería ayudar mucho en el proceso de adopción, sin embargo, la otra mitad de la ecuación estará a cargo de productores, artistas y distribuidores.
Un detalle curioso de STEMS es que disparó una intensa discusión en la comunidad de entusiastas. Básicamente, la primera impresión es que el formato se convertirá en una herramienta muy útil y flexible para los DJs (sean profesionales o no), ya que tendrán un control más preciso sobre el contenido de cada canción. Por otro lado, STEMS se perfila como una verdadera pesadilla para los productores. Una cosa es que alguien tome tres o cuatro segundos de audio para usarlo en otro proyecto, y otra diferente es extraer o reemplazar una pista entera directamente sobre el trabajo original. En lo personal no creo que STEMS tenga mucho espacio como formato de consumo general (digamos, similar al mp3), pero Native Instruments sin duda alguna logró sacudir el avispero entre quienes hacen y venden música. Ya veremos qué sucede.