La realidad virtual está cada vez más cerca, y con ella la necesidad de actualizar el hardware. Hoy podemos decir sin lugar a dudas que ingresar a la primera generación de dispositivos será un proceso muy costoso, y este detalle no se limita al precio de los cascos virtuales. Algunos usuarios planean cambiar sistemas enteros, pero si deseas saber en qué posición se encuentra tu ordenador actual, tal vez quieras bajar el nuevo benchmark de Valve para SteamVR.
A principios de este año quedaron despejadas las dudas más críticas sobre el Oculus Rift, y para ser honesto, creo que muchos usuarios recibieron un cubetazo de agua helada: 699 euros, disponibilidad limitada, y unos requerimientos de hardware que hace sentir vergüenza incluso a los componentes más avanzados. Hasta el CEO de Oculus Palmer Luckey se disculpó públicamente debido a las falsas expectativas que se generaron alrededor del Rift, por lo que muchos colocaron sus esperanzas sobre el HTC Vive y la plataforma SteamVR. Bueno… digamos que el césped no es más verde del otro lado. Si bien la oferta del HTC Vive es superior la del Rift (dos controles, dos cajas de sensores y dos juegos), su costo de 800 dólares no se perfila como una píldora muy fácil de tragar. Podemos discutir por largo tiempo los beneficios y los puntos débiles de estos precios, y en lo personal pienso que la situación del software es más seria, pero contar con buen hardware es fundamental, y eso nos lleva al benchmark oficial de SteamVR.
¿Recuerdan aquella demo de realidad virtual con el Portal que vimos el año pasado? El benchmark se basa en dicho contenido, y con unos pocos minutos de análisis puede determinar si nuestra PC está a la altura de las circunstancias, o si requiere de algunos ajustes en materia de procesador y/o tarjeta gráfica. En esencia, lo que este programa espera encontrar es un mínimo de 90 cuadros por segundo para que la experiencia en realidad virtual no se vea deteriorada. Como era de esperarse, el benchmark tiene algunos errores, y el más importante parece ser la falta de soporte directo para sistemas SLI, acompañado por errores de selección en plataformas duales (como en el caso de Optimus, donde escoge al vídeo de Intel en vez del chip Nvidia). Varios usuarios indican que el uso del modificador -multigpu con el ejecutable del benchmark puede ayudar.
Un dato curioso es el tamaño del SteamVR Performance Test. Su descarga total asciende a 1.9 gigabytes, pero una vez instalado demanda poco más de cuatro gigabytes, algo que a mi parecer es un poco excesivo. En cuanto al resto… no sé si el programa dará buenas noticias o no. Su evaluación general apela al clásico «Not Ready – Capable – Ready» que nos hace recordar a Windows Vista, y puede ser más vago de lo que nos gustaría. En términos simples, tanto el Rift como el Vive esperan ser conectados a un verdadero reactor. Si los usuarios están de acuerdo con eso, es otra historia.
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