Primero fue Samsung con sus 15.36 terabytes. Después apareció Seagate con una unidad de 60 TB. Y ahora Toshiba sale de la nada anticipando un SSD… ¿de 100 terabytes? La Flash Memory Summit dejó de cabeza al mundo del estado sólido, y aunque todavía es un concepto, Toshiba indicó a través de una presentación especial que la nueva tecnología QLC de cuatro bits por celda podría dar lugar a productos con 100 terabytes de capacidad, y una lectura secuencial de 3 gigabytes por segundo bajo la interfaz PCI Express.
Todo parece indicar que nos encontramos al comienzo de una nueva carrera armamentista, y una «de las buenas». Los costos publicados tal vez sean prohibitivos para el usuario común en estos momentos, pero si el ritmo se mantiene, veremos un claro desplazamiento tecnológico que favorecerá al mercado general en el corto plazo. Varias unidades de estado sólido ya se pueden adquirir por menos de 60 euros, trabajan perfectamente junto a discos duros tradicionales, y los sistemas operativos más recientes activan todas las funciones necesarias (un buen ejemplo es TRIM). Sin embargo, algunos gigantes del mercado como Samsung y Seagate comenzaron a romper récords, primero con una unidad de 15.36 terabytes (disponible por 10 mil dólares), y luego con un prototipo de 60 terabytes. Ahora, entra a la partida un tercer jugador: Toshiba.
Vamos a comenzar diciendo que Toshiba recibió buenas noticias. Después de lo que fue un largo proceso de reestructuración (derivado de aquel famoso escándalo de contabilidad en 2015) volvió a obtener ganancias tras seis trimestres fiscales en números rojos. Tal vez sea demasiado pronto para sugerir que Toshiba regresó, pero en la Flash Memory Summit arrojó una bomba: Unidades de estado sólido de 100 terabytes. En esencia, un SSD con semejante capacidad sería posible combinando métodos de fabricación tridimensional, y su nueva tecnología QLC, que puede guardar cuatro bits por celda. Lógicamente, elevar la cantidad de bits reduce la velocidad y la durabilidad de la memoria Flash, pero Toshiba propone adoptar la interfaz PCI Express 3.0, llegando a 3 GB/s en lectura y 1 GB/s en escritura (ambos casos de manera secuencial).
En lo que se refiere a su resistencia, Toshiba indicó una carga de trabajo ubicada «entre 3 y 6 petabytes», con una escritura de 900 TB, o nueve ciclos completos de escritura. Algunos de sus potenciales clientes, como por ejemplo Facebook, esperan que la tecnología QLC alcance los 150 ciclos, aunque en esa clase de entornos también es muy útil el concepto WORM (write-once-read-many) para «datos fríos» que se modifican en muy pocas ocasiones. ¿Cuánto tardaría Toshiba en crear un SSD así? Las fuentes hablan de seis meses.
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