Algunos bugs pueden ser clasificados como de baja gravedad, después están aquellos que comprometen los datos del usuario o la seguridad del sistema en general, y por arriba de ellos encontramos a los que cargan con el potencial de destruir hardware. Parece difícil de creer, pero es exactamente lo que ha sucedido con Spotify, al menos durante los últimos cinco meses. Un error en su cliente de escritorio para Windows y OS X provocó la escritura de cientos de gigabytes sin necesidad alguna, lo que podría pulverizar al SSD promedio, o acortar en forma drástica su vida útil.
Al igual que los discos duros, las unidades de estado sólido no son indestructibles. Su integridad ha mejorado mucho en los últimos años, cortesía de nuevos chips, controladores más eficientes y soluciones de firmware pulidas, pero en el fondo sabemos que existe un límite de escritura para todo lo que está relacionado con tecnología NAND. Varios portales especializados llevaron a cabo sus propias pruebas de resistencia, aunque los resultados dependen mucho de marca y modelo. Cuando un SSD registra fallas en un sector comienza a relocalizar hacia la llamada área de «overprovisioning», y en la gran mayoría de los casos, cada SSD logró superar con un amplio margen el límite sugerido por el fabricante. Ahora, esto implica condiciones normales de uso, ¿pero qué sucede cuando un programa comienza a escribir basura sin control?
Eso es lo que se han estado preguntando los usuarios de Spotify durante meses. Varios reportes provenientes de Reddit, Hacker News y hasta el mismo foro oficial de Spotify apuntan en la misma dirección: El cliente escribe cantidades escalofriantes de datos cuando se encuentra en espera o reproduciendo una canción. Mover la ubicación del caché de Spotify a un disco duro tradicional no soluciona el problema, ya que los archivos afectados (en esencia, la base de datos) permanecen dentro del SSD. Los números que hemos visto en los reclamos van de 10 gigabytes por hora a 10 gigabytes cada quince segundos. 10 GB en una hora sigue el ritmo de una base de datos normal, pero escribir 10 GB cada quince segundos nos sugiere una base de datos gigantesca, y podría matar a un SSD en 96 horas. Obviamente esa es una situación extrema, sin embargo, lo que consideramos inaceptable es la falta de respuesta por parte de Spotify.
Estudiando cada caso hemos notado que el cliente lleva un largo tiempo cargando con este bug, y sólo después de que los medios hicieron eco del mismo, la compañía lanzó una actualización con la versión 1.0.42, corrigiendo el problema. En lo personal dejé de usar a Spotify cerca de un año atrás sólo porque su cliente local es efectivamente de una calidad muy pobre, pero Spotify no está solo. Tanto Firefox como Chrome han sido acusados de realizar escrituras indiscriminadas, y por más que los valores finales queden muy por debajo de lo que se necesita para noquear a un SSD, confirman que muchos de nuestros programas favoritos no poseen las optimizaciones adecuadas.